Gestamp ha aminorado la velocidad en el primer trimestre, tras un 2023 en el que pisó el acelerador. Lo primero no ha gustado a los inversores, que han preferido castigar la caída de beneficio (-31%) y el ligero descenso de ingresos, más que premiar que crezca por encima del mercado del automóvil. Por ello, la cotización baja un 2,5%... y al final, ha cerrado la sesión con una caída del 3,6%. 

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El fabricante de componentes metálicos de alta ingeniería para el automóvil, controlado por la familia Riberas en un 74,173%, ha reducido sus ingresos ligeramente, pasando de 3.144 millones a 3.049 millones, excluyendo el impacto del tipo de cambio. Eso sí, ha superado en un 3,9% al mercado, gracias a su estrategia de diversificación geográfica y la especialización en sus productos y servicios.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha pasado de 336 millones a 311 millones, que serían 315 millones si se excluye el impacto de la puesta en marcha del ‘Plan Phoenix’ (4,4 millones para reestructurar su negocio de reestructuración en la región NAFTA -Canadá, EEUU y México-... con el objetivo de elevar la rentabilidad), y el margen ebitda ha sido del 10,3% sin tener en cuenta dicho plan. El resultado neto de explotación (ebit) ha bajado de 173 millones a 135 millones (139 millones, sin contar el ‘Plan Phoenix’). Y el beneficio neto ha caído un 31%, pasando de 80 millones a 55 millones.

En el caso de la deuda neta, hay una ligera alegría, pues ha bajado de 2.265 millones a 2.233 millones. Eso sí, el nivel de apalancamiento medido a través del ratio de deuda sobre ebitda ha tenido un ligero incremento, ascendiendo a 1,7 veces, respecto al cierre del año 2023, aunque Gestamp confía en cumplir el objetivo de un apalancamiento de entre 1 y 1,5 veces este año.

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Su presidente ejecutivo, Francisco J. Riberas, ha destacado que “los resultados de este trimestre ponen de manifiesto nuestra posición de liderazgo para seguir creciendo por encima del mercado y nuestro compromiso en cumplir los objetivos para el año 2024. Este desarrollo sostenido nos permite fortalecer la estructura financiera para garantizar el crecimiento futuro y la ejecución de nuestra estrategia”. Además, en la reciente Junta de Accionistas se han aprobado todos los acuerdos propuestos (entre ellos, la distribución en julio de un dividendo complementario (con cargo a las cifras de 2023) de 0,0773 euros brutos por acción; y en la Junta de Accionistas de CIE Automotive (empresa de componentes automovilísticos de la que la familia Riberas es su primer accionista a través de su holding Acek), Francisco José y su hermano Juan María han sido renovados como consejeros.