Asistimos a un buen gesto de la socimi española Merlin Properties y de la plataforma de centros de datos Edged Energy (filial de la compañía estadounidense especializada en tecnología Endeavour) que puede tener repercusión positiva de cara a mantener y extender la vida útil de la central nuclear de Almaraz. Ambas empresas planean levantar dos grandes campus de centros de datos en Extremadura, y como bien saben, dichos centros necesitan de una gran cantidad de energía eléctrica: en concreto, los citados tendrán una capacidad de 2 gigavatios (GW), casi la misma potencia instalada que tiene la central nuclear extremeña (2,09 GW). Y por cierto, a los inversores parece que les gusta: Merlin ha registrado la tercera mayor subida dentro del Ibex en la sesión de este miércoles, pues su cotización ha ascendido un 5,19%, sólo por detrás de Cellnex y Solaria

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Ismael Clemente, CEO de Merlin Properties

 

Tanto Merlin como Edged Energy han llegado a un acuerdo de colaboración con la Junta de Extremadura para “poner en valor la enorme capacidad de generación energética sostenible de la región, procedente de fuentes renovables y de energía nuclear, con bajas o nulas emisiones de carbono”. Exactamente los protocolos los han firmado Merlin-Edged, la filial que comparten las dos compañías, con la presidenta de la Junta de Extremadura, la pepera María Guardiola, y supondrá una inversión público-privada de 20.000 millones de euros. Además, no hay que perder de vista que el CEO de Merlin, Ismael Clemente, es extremeño, pues nació en Valencia del Monbuey (Badajoz).

Las compañías han destacado que dichos campus de centros se ubicarán en Navalmoral de la Mata (Cáceres) y Valdecaballeros (Badajoz), con una capacidad respectiva de 1 GW. Estarán enfocados en Inteligencia Artificial (IA) generativa y computación avanzada, serán instalaciones ultra-eficientes de última generación, sin consumo de agua y estarán alimentadas por energía verde.

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Al hilo del acuerdo, se ha destacado que hoy “Extremadura produce aproximadamente seis veces la energía eléctrica que consume y muchas de sus instalaciones no pueden verter a la red la totalidad de su producción”. Por ello, se considera que “el desarrollo de tecnología punta en una actividad industrial eminentemente electro-intensiva como los centros de datos supondría reequilibrar sustancialmente la relación entre generación y consumo, creando puestos de trabajo de alta capacitación y remuneración, tanto en la construcción de las instalaciones como en su operación posterior, sumado a una importante economía indirecta en la zona, que ayude a su desarrollo económico, social y demográfico”. María Guardiola ha subrayado que con el acuerdo “se consigue aprovechar las ventajas competitivas de Extremadura en materia energética”. 

También cabe tener en cuenta que actualmente la central nuclear de Almaraz produce el 54,7% de la electricidad sin emisiones en Extremadura y el 7% de la demanda nacional de energía eléctrica anual (el equivalente al consumo de 4 millones de hogares). Además, las centrales de Almaraz y Trillo “aportan más del 40% del consumo energético de la Comunidad de Madrid”, según ha detallado recientemente el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, por fin, ha hablado algo de la nuclear: ha descartado cualquier cambio en el calendario de cierres acordado entre Enresa y las compañías propietarias

El acuerdo entre Merlin-Edged y la Junta de Extremadura suena muy bien... y más ante el panorama que hay actualmente sobre Almaraz (cuyos dos reactores cerrarán en 2027 y 2028, respectivamente, si no hay cambios). Por ahora, no parece que los vaya a haber porque la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, por fin, ha hablado algo de la energía nuclear: en el evento Spain Investors Day ha descartado cualquier cambio en el calendario de cierres acordado entre Enresa y las compañías propietarias. Por el momento, Aagesen, al igual que su antecesora (Teresa Ribera), prefiere mirar para otro lado y obviar las advertencias de apagones y de riesgo para el suministro eléctrico, así como subida del precio de la luz y mayor uso de gas natural (que sí emite mucho CO2) que le están haciendo llegar distintas voces, entre otras: la propia María Guardiola, la consejera extremeña Mercedes Morán, la Cámara de Comercio de EEUU en EspañaFoment del Treball, la Comunidad de Madrid, la consultora PwCForo Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española), el exministro socialista Jordi Sevilla desde LLYCFedea,.. 

La vicepresidenta tercera ha mostrado cierta incoherencia porque al mismo tiempo que refería el cierre del parque nuclear hablaba de que es una labor de “corto, medio y largo plazo”, pues considera que se necesita garantizar la seguridad de suministro y estar alineado con el objetivo de descarbonización, así como un plan para la gestión del despliegue radiactivo y una transición energética “adecuada”. Ante tales afirmaciones cabe recordarle que la nuclear es clave para garantizar el suministro eléctrico y que es la segunda fuente de generación eléctrica en España y lo hace sin emitir CO2, y respecto al despliegue radiactivo se supone que se refiere al desmantelamiento y el tratamiento de los residuos (algo que está previsto y ya se hace, respectivamente). Y ojo, por si lo anterior no bastara, Aagesen ha añadido que “queremos hacer las cosas con anticipación para ofrecer una respuesta adecuada a los territorios”, ¿en serio? Debería tener en cuenta que la nuclear genera muchos puestos de trabajo en los municipios situados alrededor de las centrales y contribuye a la lucha contra el cambio climático, porque es ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

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