Glanzmann, actual presidente ejecutivo y CEO de Grifols, ha quitado poder a la familia Grifols (la principal accionista) e insiste en desinversiones para reducir la elevadísima deuda sí o sí
La familia Grifols pierde poder ejecutivo en la compañía de hemoderivados... y la bolsa lo celebra, aunque se mantiene como su principal accionista (controla el 31,11% del capital a través de cuatro sociedades -tres ubicadas en Países Bajos). Y es que Thomas Glanzmann suma el cargo de CEO al de presidente ejecutivo que recibió hace poco más de dos meses, tras la dimisión de Steven F. Mayer, quien fue el primer presidente ejecutivo ajeno a la familia catalana... y duró sólo cinco meses.
Ya no habrá dos CEOs en la compañía de hemoderivados. Víctor Grifols Deu pasa a director de Operaciones y su tío Raimon Grifols Roura será el director general corporativo. Y la cotización no baja tras estos últimos cambios, pero claro, no hay que olvidar que ya acumula una depreciación del 45% en el último año y del 15% desde el pasado enero.
La familia Grifols se mantiene como principal accionista, al controlar el 31,11% del capital a través de cuatro sociedades: sólo una (Deria) está ubicada en España y las tres restantes en Países Bajos
La familia Grifols se mantiene como principal accionista al controlar el 31,11% del capital de la compañía que fundó Víctor Grifols Lucas con su padre, José Antonio Grifols Roig, y sus dos hermanos, Josefa y José Antonio, en noviembre de 1940. Esa participación está dividida en cuatro sociedades, de las cuales sólo una está ubicada en España. Se trata de Deria (9,195%), que es propiedad de los cinco hermanos de la rama Grifols Roura (Víctor, Núria, Raimon, Albert y Enric). Le sigue el holding Scranton Enterprises, con sede en Países Bajos, que pertenece a directivos y accionistas de la compañía (entre ellos, Ramón Riera Roca, Tomás Dagá Gelabert, Víctor Grifols Roura y su primo Juan Ignacio Twose Roura), con el 8,672%. Tras estas, se sitúa la sociedad Ponder Trade -la cual se fusionó con Thorthol Holdings, también domiciliada en Países Bajos-, propiedad de la rama Grifols Gras (José Antonio, Santiago y Montserrat, primos de los Grifols Roura) y que posee un 7,089%. Y por último, estaba la matriarca de los Grifols Roura, Nuria Roura, viuda de Víctor Grifols Lucas, pero que dada su avanzada edad dejó de ostentar de manera indirecta a través de Rodellar Amsterdam Holding el 6,154%, pasando a tenerlo de forma directa dicha sociedad, con sede en Países Bajos, y ahora está última podría llamarse Ralledor Holding Spain. Tras la familia catalana, en el accionariado de la compañía de hemoderivados también se encuentran varios fondos de inversión: Capital Research and Management Company (5,659%); BlackRock, el colonizador del Ibex, (4,142%); y Europacific Growth Fund (3,033%).
La pérdida de todo el poder ejecutivo de la familia Grifols se conoce este lunes, día en que se ha caído su página web y coincide con la víspera de conocerse sus resultados del primer trimestre. ¿Casualidad? Si uno recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen, parece que no. Los resultados de 2022 no fueron bien acogidos por el parqué y cabe destacar su elevada deuda (8.994 millones, nueve veces el ebitda), tras la compra en abril de 2022 de la alemana Biotest, por 1.453 millones, y ahora el consenso de analistas consultado por Finanzas.com prevé que el beneficio neto se desplomará un 48% en el primer trimestre, pese a mayores ingresos.
Sobre los cambios en la cúpula directiva, recuerden que a principios del pasado octubre, Víctor Grifols Roura dejó la presidencia no ejecutiva y se nombró al primer presidente ejecutivo ajeno a la familia, un movimiento que parecía ser una exigencia de los fondos (además de los presentes en el accionariado, no hay que olvidar que recibió una inyección de 840 millones de euros del fondo soberano de Singapur -GIC-), pero siguió habiendo dos CEOs. A mediados del pasado diciembre, la compañía llegó a barajar la venta de activos por 2.000 millones para reducir su elevado endeudamiento, que se elevaba a 9.300 millones, y casi dos meses después, Mayer dimitió y le sucedió Glanzmann, que hasta entonces era el vicepresidente, y este cargo pasó a ocuparlo Raimon Grifols Roura (combinándolo con el de CEO que seguía compartiendo con su sobrino). Ahora estos dos últimos ya no tienen parte del poder ejecutivo, sino que ha caído en su totalidad en Glanzmann.