Ernesto Antolin Arribas, presidente ejecutivo de Grupo Antolin, y su prima y vicepresidenta, María Helena Antolin, flanqueando al CEO, Ramón Sotomayor
Grupo Antolin ha mantenido el freno en el primer semestre, como se vio entre enero y marzo. Los motivos han sido la crisis de chips, los problemas en la cadena de suministro (por restricciones ante el Covid-19 en China y por la guerra en Ucrania) y las provisiones que ha realizado en su negocio ruso. Y es que ha tenido unas pérdidas de 33,4 millones hasta junio (23,3 millones proceden del primer trimestre y 10,1 millones en el segundo), frente a las de 2,5 millones que tuvo hace un año.
El fabricante líder mundial en fabricación de componentes de interior para el automóvil que controla la familia Antolín ha reducido su resultado bruto de explotación (Ebitda) un 15%, hasta 145,9 millones, y también ligeramente sus ventas (-0,8%), a 2.099,2 millones, frente a las de 2.116,7 millones de hace un año, con un 1% menos de producción. Además, ha elevado su deuda neta, que ha pasado de los 760 millones del cierre de 2020 a 907 millones al final de junio; se ha incrementado el ratio de deuda neta sobre Ebitda de 3,5 veces a 4,8 veces; y también ha bajado la liquidez, desde 707 millones a 540 millones.
Dentro del sector de los componentes automovilísticos, en el primer semestre, Grupo Antolin ha superado a CIE Automotive en ventas, aunque no en Ebitda ni en resultado neto, y también se ha quedado lejos de las cifras de Gestamp. Eso sí, Teknia tiene números más pequeños, pero logra aumentar sus ventas
Grupo Antolin ha mantenido el freno en el primer semestre, a pesar de que pudo pisar algo el pedal del acelerador entre abril y junio, aunque se anotó pérdidas de 10,1 millones por las provisiones del negocio en Rusia. Eso sí, logró elevar el Ebitda un 15,9%, a 86,4 millones, y las ventas un 7,4%, a 1.117,9 millones, en un contexto de niveles bajos de producción. La compañía, que tiene a Ernesto Antolín Arribas como presidente ejecutivo, a su prima María Helena Antolín Raybaud como vicepresidenta y a Ramón Sotomayor como CEO, ha mejorado su eficiencia, el control de costes y la flexibilidad. Además, ha actualizado sus objetivos medioambientales y se ha comprometido a reducir un 75% sus emisiones en 2028, el doble de lo que preveía en un principio, y se ha unido a Textil Santanderina para desarrollar el primer y único tejido de composición de bambú que garantiza la sostenibilidad ambiental durante todo el ciclo de producción, como recogió Faconauto (la patronal de concesionarios).
El fabricante de componentes de interior para el automóvil tiene 25.024 empleados y no escapa a la crisis de chips que está perjudicando a sus clientes (los grandes fabricantes de coches) y lastrando la producción. Dentro del sector de los componentes automovilísticos, en el primer semestre, ha superado a CIE Automotive en ventas, aunque no en Ebitda ni en resultado neto, y también se ha quedado lejos de las cifras de Gestamp. Eso sí, Teknia, empresa familiar que fabrica componentes metálicos y plásticos para coches desde su fundación hace 30 años por Javier Quesada Suescun y que hoy dirige la segunda generación (Javier Quesada de Luis), con cifras más pequeñas, ha logrado aumentar sus ventas semestrales un 2%, a 178 millones. Esta última compañía ha amortiguado parcialmente el impacto de la subida de precios de materias primas y energía y la menor producción del mercado, pero ha registrado descensos en Ebitda (pasando de 20,1 millones a 14,2 millones), en margen Ebitda sobre ventas (del 11,5% al 8%) y en resultado neto de explotación -Ebit- (de 12,8 millones a 6,7 millones), al tiempo que ha aumentado el ratio de deuda neta sobre Ebitda a 2,59 veces y ha registrado más liquidez (52,7 millones)… y hace casi un mes ha anunciado la compra de su primera fábrica en Alemania.