En Hispanidad advertimos que la separación de Orona y Ulma de la Corporación Mondragón, haría que el grupo fundado por el sacerdote Jose María Arizmendiarrieta se enfrentara a su supervivencia
Decíamos en Hispanidad que la separación de Orona y Ulma del grupo Mondragón puede ser el comienzo de la historia que pone fin a la mayor cooperativa del mundo. Iniciada por el sacerdote Jose María Arizmendiarrieta que llegó en 1941 a la localidad guipuzcoana de Mondragón, y que en 1955 seleccionó a cinco jóvenes que se asociaron y constituyeron la empresa Talleres Ulgor, se transformaba con el tiempo en Fagor Electrodomésticos, el comienzo de la actual Corporación Mondragón.
La cooperativa se enfrenta a su supervivencia. A la salida de dos buques insignia se le sumaba su cada vez más difícil financiación, que parece condenada a caer en manos de un fondo e ir perdiendo cada vez más capital en propiedad de los cooperativistas.
Una vez más, era el grupo Eroski el que salvaba la complicada situacion de la cooperativa. Parece que al grupo de distribución vasco le ha sentado bien haber adelgazado su tamaño y, tras las pérdidas de años anteriores, Eroski volvía al beneficio con fuerza, para alegría de su dueño, el Grupo Mondragón.
Pero no podemos perder de vista que una de las razones que motivó la salida de Orona y Ulma fue una grieta del pasado. Cuando Fagor quebró, por el modelo de coorporativismo, el resto de empresas fueron las que la rescataron, tirando del fondo de apoyo solidario intercooperativo. Este fondo solidario se nutre por dos vías, el fondo solidario al que cada cooperativa dedica el 4% de sus beneficios, y el fondo para el crecimiento y la diversificación a la que las empresas dedican el 7% de sus resultados. Cuando ocurrió este rescate, Orona y Ulma ya fueron muy críticas con la decisión de la matriz de ayudar a Fagor.
Ahora parece que el fabricante de electrodomésticos resurge de sus cenizas y se posiciona como otra de las empresas que devuelve la alegría a la cooperativa, al menos, en parte.
Grupo Fagor, integrado en Mondragon Corporación y formado por las cooperativas Fagor Ederlan, Fagor Arrasate, Fagor Industrial, Fagor Electrónica, Fagor Automation, Copreci, Mondragon Assembly y Galbaian, elevó su beneficio en un 63%, alcanzando los 75,36 millones en 2023.
Pero ojo, porque las ventas no se han comportado de igual manera, con una facturación de 1.756 millones, inferior a los 1.819 millones del año anterior y muy lejos de sus previsiones que situaban las ventas en más de 2.000 millones.
En su Asamblea General anual, celebrada en el parque tecnológico Garaia de Arrasate (Gipuzkoa), el grupo presentó las cuentas del ejercicio 2023, el presidente del Grupo, Joxean Alustiza Usandizaga, explicó que "Fagor siempre ha apostado por la innovación y la sostenibilidad. Actualmente, el grupo cuenta con tres unidades de innovación, a los que se suma la participación en numerosos proyectos, en un esfuerzo constante por ofrecer soluciones punteras a sus clientes y a la sociedad. Ello se refleja en los resultados anuales".