Los datos de España, que ya conocíamos, no ayudan, con una deuda pública del 101,8% del PIB y un déficit del 3,2%, en 2024. Estamos entre los peores de la clase, algo que a Moncloa no le importa lo más mínimo. Es más, dirá que vamos de miedo, como en el empleo, a pesar de ser el país con más paro, no sólo de la eurozona sino de toda la OCDE.

El caso es que, en pleno debate para aumentar el gasto en Defensa, Europa incumple sus propias reglas fiscales de deuda y déficit excesivo. Según datos publicados este martes por Eurostat, el déficit público de la eurozona cerró 2024 en el 3,1% del PIB, por encima del 3% permitido aunque por debajo del 3,5% del año anterior, y la deuda pública, en el 87,4% del PIB, por encima del 60% establecido por Bruselas y levemente por encima del 87,3% de 2023.

En la UE, el déficit sobre PIB se situó en el 3,2%, frente al 3,5% del año anterior, y la deuda cerró en el 81% sobre PIB, frente al 80,8% anterior.

Lograr superávit en las cuentas públicas es algo tan inusual como recomendable. Sólo lo consiguieron seis países miembros: Dinamarca (4,5%), Irlanda (4,3%), Chipre (4,3%), Grecia (1,3%), Luxemburgo (1%) y Portugal (0,7%). Todos los demás registraron déficit, algunos muy por encima de ese 3% establecido por Bruselas. Hablamos de Rumanía (-9,3%), Polonia (-6,6%), Francia (-5,8%) y Eslovaquia (-5,3%).

En cuanto a la deuda pública sobre PIB, los peores fueron Grecia (153,6%), Italia (135,3%), Francia (113%), Bélgica (104,7%) y España (101,8%). Los mejores de la clase fueron Estonia (23,6%), Bulgaria (24,1%), Luxemburgo (26,3%), Dinamarca (31,1%), Suecia (33,5%) y Lituania (38,2%).

Todo esto mientras Europa analiza cómo aumentar el gasto en Defensa. Y da lo mismo si, como se ha dicho en algún momento, se establece que ese gasto no compute como deuda pública. Eso es hacerse trampas en el solitario porque, en el fondo será eso, deuda, y habrá que devolverla en algún momento.

No cabe duda de que nos encaminamos hacia una crisis global de deuda. Que no nos pase nada.