España no va bien, señor Pedro Sánchez y señora Nadia Calviño...
Vamos por mal camino. La deuda de las administraciones públicas marcó un nuevo récord en junio y alcanzó los 1,475 billones de euros, que se dice pronto, situando la ratio deuda/PIB en el 116,8%, coartada utilizada por Economía para asegurar que todo marcha estupendamente: ha bajado del 117% “por primera vez desde septiembre de 2020”. Hay que tener jeta.
Lo cierto es que la deuda pública aumentó un 1,3% en solo un mes y un 3,6% desde junio de 2021. En números absolutos, 50.677 millones de euros más, según datos publicados este miércoles por el Banco de España. El Estado fue el principal causante del aumento de la deuda, con un crecimiento del 1,4% (18.433 millones de euros) desde mayo y del 4,8% desde hace un año. Así, la deuda del Estado, que también ha marcado un récord histórico, alcanza ya los 1,294 billones de euros.
La deuda de las comunidades autónomas, por su parte, aumentó un 0,94% respecto al mes anterior y un 1,5% respecto a junio de 2021, hasta alcanzar los 316.647 millones de euros, mientras los ayuntamientos redujeron su deuda un 0,53% desde mayo y un 0,8% en los últimos doce meses, hasta los 22.848 millones.
La Seguridad Social tampoco se quedó atrás y su deuda se ha disparado un 8% desde junio de 2021, hasta los 99.185 millones de euros.
Todas estas cifras, que se nos escapan por ser extremadamente elevadas, nos auguran una vuelta al cole muy complicada, no tanto por volver a la rutina tras el verano, sino porque a la inflación y a la desaceleración económica que se nos viene encima se unirán los recortes que tendrá que aplicar el Gobierno -este o el que venga detrás- para empezar a enderezar el rumbo.
Lo primero que hay que lograr es que las administraciones públicas gasten menos de lo que ingresan, y eso no cabe en las mentes del actual Gobierno social-comunista, a pesar de que la inflación ha permitido a Hacienda recaudar unos 20.000 millones de euros extra en los últimos meses.
A todo esto, el Ministerio de Asuntos Económicos insiste en que vamos de miedo y que se observa una “clara desaceleración” de la deuda desde la pandemia. Claro, entonces el PIB fue negativo y la ratio superó el 125% del PIB, pero eso no significa que ahora vayamos bien. Solo comenzaremos a mejorar cuando haya superávit al tiempo que bajen los impuestos. Soñar es gratis… de momento.