Chris Hohn, Nadia Calviño y Manuel de la Rocha
Ya ni sabe lo que pretende el amigo Chris Hohn, del fondo TCI, pero la consecuencia de sus presiones es que está destruyendo, de entrada, el modelo Cellnex y que lo que pudo ser un relevo ordinario, tras la dimisión de Tobías Martínez como CEO, se ha convertido en un guiragay donde TCI exige puestos en el consejo... exactamente no se sabe para qué.
Fue Hohn quien además, exigió a otra participada -desde su posición minoritaria, por supuesto, Ferrovial, que se 'deslocalizara', trasladando su sede social a Holanda, un semi-paraíso fiscal para empresas en el seno de la Unión Europea y con posibilidad de acceder a financiación más barata que la española. A TCI le importa un pimiento Ferrovial, sus clientes y sus trabajadores; lo que le importa es que suba en bolsa.
El fondo activista, e incordiante, TCI está poniendo en solfa a Cellnex y es quien convenció a Rafael del Pino para que Ferrovial huyera a Holanda. Su labor en la no consolidación de AENA tampoco ha resultado muy edificante
Hohn también ha presionado a Alphabet (Google) para que reduzca plantilla. Otro éxito lamentable para Chris: de esa forma, el monopolio norteamericano de buscadores ha subido en bolsa y Hohn ha ganado más dinero. También ha presionado a Airbus y ha conseguido lo que quería.
En resumen, TCI es el vivo ejemplo de la nueva actitud de los fondos de inversión: Antes presumían de no intervenir en la gestión de las empresas. Su arma consistía en vender si no les gustaba la gestión y ahí acababa su función. Pero de repente, se volvieron activistas, es decir, incordiantes. Exigen puestos en los consejos de administración, una línea roja hasta anteayer y presionan al gestor para que se deje de invertir en pro del dividendo. Naturalmente, lo que conviene a un fondo accionista no tiene por qué ser lo mismo que al pequeño accionista. Es más, no suele serlo.
Chris Hohn es el mejor ejemplo del cambio. De ahí que haya surgido la idea: hay que parar a Hohn y dar un escarmiento a los fondos activistas.... pero que parezca un accidente. Pararle, por ejemplo, antes de que se cargue Cellnex, donde su chantaje está consiguiendo victoria tras victoria. Aunque me temo que en esta compañía podemos llegar demasiado tarde.
Nadia Calviño advierte: poner trabas a los fondos empeoraría la ya mala imagen internacional de Sánchez a la hora de atraer inversión extranjera. Pero Manuel de la Rocha responde: ¿inversión directa o especulativa?
En esa línea, Moncloa, por ejemplo, propone prohibir a los fondos la entrada en los consejos de Administración de las empresas cotizadas... pero siempre que el veto lo gestione Europa. Cuando hablamos de Moncloa en materia económica hablamos de un hombre tan discreto como influyente en materia económica, siempre a la vera de Pero Sánchez independientemente del nombre de su cargo, que va variando en el tiempo.
TCI es, también, quien convenció a Rafael del Pino para que Ferrovial huyera a Holanda. Su labor en la no consolidación de AENA tampoco ha resultado muy edificante. Y en Airbus ha incordiado todo lo que ha podido. Ahora bien, la miedosa Nadia Calviño advierte: poner trabas a los fondos empeoraría la ya mala imagen internacional de Pedro Sánchez a la hora de atraer inversión extranjera. Manuel de la Rocha responde: ¿inversión directa o especulativa? La primera nos interesa, la segunda no.
Por ahora, en Occidente nadie quiere enfrentarse a los nuevos amos del universo. Pero actitudes prepotentes como la de Chris Hohn empiezan a preocupar: TCI no se compromete con las empresas pero sí las desestabiliza
Por ahora, en Occidente nadie quiere enfrentarse a los fondos de capital privado, los nuevos amos del universo empresarial. Pero actitudes prepotentes como la de Chris Hohn y otros gestores de fondos empieza a preocupar en todo Occidente: estos fondos no se comprometen con las empresas pero sí las desestabilizan.