Luis Gallego puede presumir de buena gestión al frente de IAG / Foto: Pablo Moreno
International Airlines Group (IAG) ‘vuela’ en números, pues ha logrado beneficio e ingresos récord, gracias en gran medida a las aerolíneas españolas Iberia y Vueling. Sin embargo, no ha recibido premio bursátil: en los primeros compases de la sesión de este viernes, la cotización subía un 3,3%, a 1,70 euros, pero pronto ha dado un giro a color rojo, pasando a descender un 1,55%, a 1,62 euros, porque IAG no ha dado previsiones de cómo cree que cerrará el año en ganancias y ventas, algo que ha hecho dudar a los inversores.
El holding aéreo -que agrupa a Iberia, British Airways, Aer Lingus y las low cost Vueling y Level- ha logrado récord de ingresos y ha multiplicado por diez su beneficio neto en los nueve primeros meses del año. Este último se ha situado en 2.151 millones, frente al de 199 millones obtenido hace un año y también ha superado el del mismo periodo preCovid de 2019 (1.814 millones). Por su parte, el beneficio operativo antes de partidas excepcionales también ‘ha volado’, pues ha pasado de 770 millones a 3.005 millones, superando el nivel preCovid (2.501 millones); y el margen operativo antes de partidas excepcionales se ha triplicado, pasando del 4,6% al 13,5%.
Precisamente, en beneficio operativo cabe destacar las buenas cifras de Iberia y Vueling, que ya han superado el nivel preCovid, algo que aún no han conseguido British Airways y Aer Lingus. El ebit de Iberia ha ascendido a 821 millones hasta septiembre, frente a los 257 millones de hace un año y los 382 millones del mismo periodo de 2019. Por su parte, el ebit de Vueling ha ascendido a 378 millones, frente a los 201 millones de hace un año y los 235 millones de hace cuatro años. Por su parte, el ebit de British Airways es el más elevado dentro del grupo, situándose en 1.320 millones, muy superior al de hace un año (46 millones), pero aún lejos de los 1.567 millones obtenidos en el mismo periodo preCovid.
Luis Gallego, presidente de IAG, señala que “el tercer trimestre ha representado un resultado récord para IAG. Esto nos está permitiendo invertir en el negocio y reducir una parte significativa de nuestra deuda
Los ingresos de IAG han crecido un 33,3%, a 22.229 millones. De esta cifra, 8.646 millones han sido generados en el tercer trimestre. Luis Gallego, presidente de IAG, ha señalado que “el tercer trimestre ha representado un resultado récord para IAG. Esto nos está permitiendo invertir en el negocio y reducir una parte significativa de nuestra deuda”. En concreto, la deuda bruta ha bajado en 2.400 millones, hasta los 17.200 millones, gracias al reembolso anticipado del préstamo garantizado por UK Export Finance (UKEF) reduciendo el riesgo de los vencimientos de 2026 y al pago a su vencimiento de la emisión de bonos. Por su parte, la deuda neta ha cerrado septiembre en 8.009 millones, lejos de los 10.385 millones de hace un año; y el ratio de deuda neta sobre ebitda antes de partidas excepcionales ha descendido de 3,1 veces a 1,4 veces. Y el holding aéreo lo ha conseguido al tiempo que ha mantenido una elevada liquidez (13.607 millones).
Entre julio y septiembre, “hemos observado una demanda fuerte y sostenida en todas nuestras rutas, en particular en el Atlántico Norte y Sur y en todos los destinos de ocio de Europa. Seguimos desarrollando nuestros hubs de Barcelona, Dublín, Londres y Madrid, respaldados en las entregas de flota y los pedidos futuros”, ha añadido Gallego. De cara al cuarto trimestre, IAG cuenta con unas reservas esperadas que suponen cerca del 75% de los ingresos de pasaje, aunque siguen “siendo conscientes de las incertidumbres macroeconómicas y geopolíticas que podrían afectar a lo que queda de año”, y más tras el estallido de la guerra entre Israel y Hamás, el cual ya le pasó factura en bolsa. Eso sí, no da previsiones de las ventas y las ganancias que espera para el conjunto del año, pero cuenta con un nivel de coberturas del 73% y estima los costes totales de combustible ascenderían a aproximadamente 7.600 millones para el ejercicio completo. Es decir, IAG puede estar algo más tranquilo en caso de que el precio del petróleo se dispare.