El próximo 30 de septiembre Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, cumplirá 74 años. Se lo resumo en una frase que circula por Bilbao: "Galán ha perdido el norte". Ahora pretende que su hijo mayor,  Ignacio Sánchez-Galán García-Tabernero, director de Compras y Servicios Globales, entre en el Consejo de Administración de Iberdrola.

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Naturalmente, las sospechas se han disparado: ¿está pensando en nombrarle sucesor? Él siempre ha dicho que le gustan más los ingenieros que los economistas. Pues bien, su hijo Nacho no es ingeniero, sino economista. Sí es ingeniero el pequeño, Pablo, pero sólo cuenta con 26 años de edad. Para entendernos, Galán tiene cuatro hijos: sus favoritos son, la mayor, Inmaculada, y el benjamín, Pablo. 

Ortuzar le considera su amigo y Sánchez prohibe a la lenguaraz Ribera que le ataque

Pero esta no es la cuestión. La cuestión es si el todopoderoso puede permitirse el lujo de establecer una dinastía, algo que no gusta a los mercados. Recuérdense los problemas que tuvo Emilio Botín para que el sector financiero admitiera a su hija Ana como sucesora. Los mercados financieros tiran a republicano. 

Ahora bien, con lo que sí cuenta Galán es con el apoyo del PSOE, gobernante en Madrid, y el PNV, gobernante en Vitoria. Aunque los dos luchan por ser los más verdes, Galán nunca se ha entendido con la vicepresidenta energética, Teresa Ribera, es más, Sánchez ha utilizado en ocasiones a Galán como el blanco de sus dardos. Sin embargo, ahora mismo Galán es uno de los empresarios de confianza de La Moncloa. 

Galán dirige Iberdrola aislado de sus directivos, con los que se comunica por correo electrónico. Y de viernes a domingo lidera la compañía con su esposa e hijos y yernos, desde Sancti-Spíritus (Salamanca) 

¿Y qué decir del PNV?: Andoni Ortuzar asegura que el partido tiene dos empresarios "amigos": el presidente del BBVA, Carlos Torres, y el presidente de Iberdrola cuya amistad es tal que, incluso, se ha permitido el lujo de fichar a la hija del peneuvista, la influencer Garazi Ortuzar. Desde este punto de vista, sí que Ignacio Galán podría crear la dinastía de los Galán. Además, él es un especialista en utilizar los antecedentes y tiene uno en el mismo consejo: Íñigo Oriol, el anterior presidente, nombró consejero a su hijo, que aún sigue siéndolo, Íñigo Víctor Oriol. Es cierto que la familia Oriol tenía más acciones en la antigua Iberdrola que la familia Sánchez Galán en la actual. Galán posee el 0,2% del capital, pero también es cierto que la antigua Iberdrola era más pequeña que la actual. En cualquier caso, nadie pondría muchas pegas a que Ignacio Galán, director Global de Compras y Servicios de Iberdrola, se convirtiera en consejo de la eléctrica, que sea presidente... eso ya resulta más intragable. 

Y no olvidemos que también tiene a su yerno, esposo de la primogénita, Inmaculada, como director de Desorrollo Corporativo de Iberdrola. Para ello no dudó en enviar a uno de los puntales de la compañía, Pedro Azagra, como CEO de Avangrid. Pero ahora Mesonero parece haber pasado a un segundo lugar ante el subidón de Nacho. Y ya veremos si no entra en liza el benjamín, Pablo. 

Apenas aparece en público salvo para cuidar su imagen feminista y progre. Para representar a la compañía en actos oficiales emplea al CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle

Hablando de sucesión... cuando los accionistas de referencia exigían a Galán que nombrara un consejero delegado, el presidente remoloneaba. Nombró a José Luis Sampedro, probablemente el directivo más prestigioso de España, tanto en materia de generación como de regulación. Pero, ojo, no le nombró CEO, sino consejero-director general. Hasta que Sampedro se cansó de que le ninguneara y se jubiló. 

Luego vino Martínez Córcoles y finalmente, Armando Martínez: de los dos hemos sabido mucho menos de lo que quisiéramos. Añadan a esto que el director Financiero, José Sainz Armada, hombre de prestigio en la casa y en el sector, se ha cansado de esperar y se jubila en el presente año. 

A Galán le está pasando como al viejo Alfonso Escámez: no nombra delfines porque se le mueren. 

En 10 años, Galán lleva tres CEOS o similar: José Luis Sampedro, Martínez Corcóles y Armando Martínez. Y no olviden a su yerno, David Mesonero, responsable de Estrategia

Pero lo peor no es esto, lo peor es el estilo de dirección que ha imprimido Ignacio Galán. El trato con sus ejecutivos se reduce al mínimo, y sigue dando instrucciones por correo electrónico. En los actos públicos le representa el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle. Y es que, Galán considera que él es el único presidente de las grandes eléctricas españolas, dado que Pepe Bogas no es más que el CEO de una filial de la italiana ENEL, y Francisco Reynés (Naturgy) un empleado de Criteria.  

Quizás lo que más sorprende es que desde donde realmente se dirige Iberdrola es desde la finca propiedad de Ignacio Galán, en el municipio salmantino de Sancti-Spíritus, de menos de 1.000 habitantes. Ahí se reúne la familia Sánchez Galán de viernes a domingo y allí se toman las grandes decisiones. 

¿La segunda empresa del IBEX por capitalización convertida en una dinastía? Como dicen en Bilbao: "Galán ha perdido el norte".