Los tiempos cambian, en plena pandemia, se celebró una conferencia digital. Los presentes se quedaron asombrados por la relación fluida de Galán y Fink. Ahora ya no se aman
La noticia es que el fondo BlackRock, el principal accionista del Ibex 35, propietario del 5% de Iberdrola, ha pasado a la acción con la que amenazaba desde hace tiempo: tras su imputación en el caso Villarejo, Larry Fink, el director de BlackRock y uno de los personajes en la sombra más influyentes -y más peligrosos- del mundo de la banca en la sombra, ha pedido a Galán que nombre un consejero delegado, es decir, que reduzca sus competencias, sus poderes y funcione con un primer ejecutivo con categoría de Ceo.
El cambio realizado en la Junta de Accionistas de 2020 le sigue permitiendo mantener su cargo estatutariamente
Aclaración primera, Galán es presidente y CEO. Tiene a Francisco Fernández Córcoles, que no es Ceo, sino consejero director general de Negocios (lo de negocios debe ser un segundo apellido que aún mitiga más su poder). Pues bien, Fink quiere un Ceo.
Es lo que hacen los fondos, aprovechan el momento de debilidad para sangrar a los gestores, aunque la debilidad, en el presente caso, no alude a la cuenta de resultados de la compañía sino al hecho de que Galán ha sido imputado.
De nada han servido las buenas relaciones entre los números uno del fondo y de la eléctrica. La mejor defensa de Galán frente a los fondos y frente a Catar es su gestión
Según fuentes de la propia Iberdrola, Galán no se deja achantar por don Lawrence y ha decidido resistir. Eso sí, mete prisas al juez García-Castellón para que acelere la instrucción del caso Villarejo-Iberdrola-Florentino.
Además, hay que recordar que en la Junta de 2020, Ignacio Galán modificó los sistemas para el cese de un consejero incurso en un sumario.
Y en la Junta del 2021, los proxy -detrás de ellos los fondos- votaron a favor de la gestión de Galán pero advirtieron que si se producía algún cambio en el recorrido jurídico, modificarían su opinión. Pues bien, Blackrock lo ha hecho y ahora hay que ver su capacidad de arrastre respecto a otros fondos presentes en el accionariado de Iberdrola, así como la autoridad financiera catarí, que es el principal accionista de la eléctrica con un paquete del 9%.
Y esperemos que Galán resista la presión de don Larry porque el CNI está preocupado ante la posibilidad de que alguien ope a Iberdrola, que no deja de ser la tercera empresa del Ibex y la primera energética española.
Los tiempos cambian, en plena pandemia, se celebró una conferencia digital. Los presentes se quedaron asombrados por la relación fluida de Galán y Fink. Ahora ya no se aman.