Ante el relevo en la Vicepresidencia tercera y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Sara Aagesen coge la cartera de Teresa Ribera, que se va a Bruselas como vicepresidenta europea), Mario Ruiz-Tagle se ha mostrado “contento”, pero también ha pedido una mejor retribución de inversión en redes eléctricas... para evitar que los capitales se vayan a otros países.

En el I Observatorio de la Energía organizado por El Español, el CEO de Iberdrola España ha señalado que uno de los desafíos de Aagesen es el tema de la inversión en redes. Eso sí, ha pedido que el Gobierno y la CNMC no deben fijarse sólo en la tasa, sino “en que sea atractiva y de acuerdo al entorno de inversión mundial”. Por ello, ha pedido romper el límite de inversión sobre el PIB, así como que la retribución sea “predecible” y que “permita dar la calidad del servicio que el cliente requiere”. Todo ello aludiendo a que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) recoge inversiones del orden de 68.000 millones en redes eléctricas hasta 2030, para lo que será necesario pasar de los 1.800 millones al año que hay actualmente a unos 4.300 millones anuales, o sea, que “faltan más del doble”.

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Ruiz-Tagle ha señalado que es clave el esfuerzo inversor en las redes eléctricas y cambiar la retribución en la línea que ha mencionado. Y es que “Francia, Italia, Reino Unido, Portugal... están planteando mejores condiciones retributivas, eso va a mover capitales y a retrasar la inversión en España”.

El CEO de Iberdrola España también ha apuntado que el otro gran desafío de Aagesen será “activar la demanda eléctrica”, recordando que “sin energía no hay transición” y que “el PNIEC es difícil de pronunciar, pero mucho más difícil de ejecutar”. Asimismo, ha referido la importancia de la flexibilidad en el mix energético, pues considera que “necesitamos disponer de todas las tecnologías cuando se produce un fenómeno de caída de la tensión tan potente” como el vivido en la trágica DANA de Valencia. De hecho, ha destacado que “el papel de la central nuclear de Cofrentes fue fundamental” y al que siguió el que tuvieron el complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela, que “pasó de generar a bombear”; y la central térmica de Castellón.

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Al hilo de la electrificación, Ruiz-Tagle ha remarcado que España ha pasado sólo del 20% al 22% en unos años, mientras China ya va por el 27%. “Tenemos que acelerarlo porque tenemos la capacidad, el territorio, el talento...” y para ello hay que “invertir en redes, traccionar la demanda y contar con contratos a largo plazo”. Eso sí, ha subrayado que “el precio cero de la energía es tremendamente atractivo, pero es absolutamente insostenible, nada es gratis para siempre” y además, considera que “las inversiones se hacen para obtener cierta rentabilidad” y hay que “legitimar la rentabilidad que el sector eléctrico debe tener”, todo un aviso al hilo del famoso impuestazo energético que dio tanto que hablar la semana pasada.

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