A Ikea le han pasado factura sus precios bajos en España, a la luz de los resultados de su último ejercicio fiscal (septiembre 2023-agosto 2024), el último con Nurettin Acar como CEO: hace unos días se conoció su adiós y su sustitución de forma interina por la directora financiera, Fátima García de Viedma, hasta que se encuentre un relevo definitivo. Y es que la filial en nuestro país de la compañía sueca de muebles y decoración ha visto descender sus ingresos un 1% y su beneficioneto ha caído un 9,6%.

En concreto, los ingresos han descendido un 1%, a 1.931,7 millones de euros, frente al récord de 1.954 millones obtenido el ejercicio anterior. Esto se debe a la inversión en la bajada de prpecios de los productos y servicios, pues Ikea mantiene su compromiso de ofrecer aquí precios “aún más asequibles”, pero no ha concretado la inversión que esto le supuso en el último ejercicio, sino que ha preferido referir la cifra de alrededor de 103 millones en los dos últimos años en un contexto marcado por la inflación.

Claro que a pesar de menores ingresos, Ikea ha vendido un 2% más de productos en nuestro país. Asimismo, han crecido los visitantes físicos en sus tiendas un 16%, a 48,2 millones de personas; y las visitas en su app y página web lo han hecho un 2,5%, a 228,1 millones de visitas. De hecho, las ventas en la app y la web ya representan una cuarta parte del total, situándose en 482,7 millones (+4%). Además, se han incrementado un 4% los clientes del área de alimentación y restauración, cuyas ventas han aumentado un 8,7%, a 77,2 millones.

Por su parte, el beneficio neto ha caído un 9,6%, situándose en 134 millones, en parte por la apuesta de seguir bajando los precios. Eso sí, los menores ingresos y beneficios no han lastrado las inversiones en la mejora de instalaciones, que han ascendido a 26,8 millones. También ha crecido su negocio de recompra (+180%), y la plantilla se ha situado en más de 9.600 personas y ha recibido mejoras salariales.