Este viernes, días después de las elecciones europeas celebradas entre los días 6 y 9, Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, ha advertido a Europa la importancia de ser “menos dependiente geopolíticamente en el ámbito de la energía”, en la presentación de la publicación ‘Energía y Geoestrategia 2024’. Y es que considera que “no podemos sustituir la dependencia de la cadena de suministro del gas ruso por una china de materias primas”.

En la sesión inaugural de este evento organizado por el Club Español de la Energía (Enerclub) y que por undécima vez se ha celebrado en la sede de Repsol, al final no ha participado Mario Ruiz-Tagle, CEO de Iberdrola España y presidente de Enerclub. ¿Casualidad? Ya saben que no y menos si se recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen. No hay que perder de vista la guerra que inició Iberdrola contra Repsol hace unos meses, tanto en la vía judicial como en Autocontrol (el regulador independiente de la publicidad), y en la que tiene el apoyo de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, quien recibió respuesta del propio Imaz defendiendo la industria y más adelante, pidiendo mesura y tranquilidad.

Imaz señala que la situación en el Sahel “continúa deteriorándose” y que “Rusia ha ido aprovechando el espacio que ha dejado Europa

Imaz ha señalado que “energía y geoestrategia son interdependientes y fundamentales para entender el entorno en el que vivimos y las energías impulsan nuestras economías”, por ello, además, “son cruciales en un mundo en el que aumentan las tensiones y el control por los recursos energéticos”. Entre esas tensiones, ha mencionado los dos años de guerra en Ucrania tras “la injusta invasión de Rusia”, y el “brutal ataque de Hamás, que ha generado una confrontación con Israel y ataques de misiles hutíes” en el mar Rojo. Además, ha referido que este año le toca votar “a más de la mitad de la población mundial” y eso añade “una creciente incertidumbre”.

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En este difícil contexto, Imaz ha referido que “la seguridad de suministro no se ha visto amenazada”, los precios de la energía han subido y las emisiones de CO2 han seguido creciendo porque las restricciones de gas ruso han llevado a más uso de carbón. Asimismo, ha señalado que “la rivalidad entre regiones ha alcanzado niveles sin precedentes”, en concreto entre EEUU (que, por ejemplo, ha aumentado su influencia en el Indopacífico) y China. En este escenario, Europa ha optado por el Pacto Verde, mientras EEUU se ha centrado en “apoyo fiscal (a través de la ley IRA) y neutralidad tecnológica sin restricciones ideológicas y ha simplificado su marco regulatorio”. Por ello, el CEO de Repsol considera que “en Europa necesitamos replantear nuestra estrategia para no quedar rezagados y atraer inversiones”, y aportar por un marco regulatorio “más ágil y coherente” porque también es una cuestión económica, ya que “el PIB en términos relativos no crece, disminuye”. Además, ha advertido que la situación en el Sahel “continúa deteriorándose” y que “Rusia ha ido aprovechando el espacio que ha dejado Europa”, a pesar de que, por ejemplo, “Libia emerge como país clave para la seguridad y para el suministro energético de Europa”. Pues resulta que Libia es un Estado fallido.