Imaz defiende que el papel de los empresarios españoles y una transición energética usando todas las tecnologías
Días después de que Antonio Brufau y Josu Jon Imaz avisaran a Teresa Ribera y al resto de la Unión Europea sobre el fracaso de su modelo de transición energética, Imaz ha vuelto a dar algunos tirones de orejas al Gobierno Sánchez... y no sólo por la cuestión energética. En concreto, le ha afeado que no se valore al empresario español, al referir que “gente como Juan Roig o Amancio Ortega (los cuales han sido criticados por las ministras Ione Belarra y Yolanda Díaz) tenían que tener calles”, en el foro Wake Up, Spain!, organizado por El Español, Invertia y D+I.
Asimismo, aunque sin ninguna alusión a la marcha de Ferrovial a Países Bajos, que recibió críticas de muchos más ministros e incluso de Pedro Sánchez, el CEO de Repsol ha subrayado que “estamos aquí y vamos a seguir aquí porque creemos en España”.
Imaz ha comenzado su intervención celebrando que la Comisión Europea “ha sido consciente del grave error que suponía eliminar el coche de combustión” y haya cedido al permitir la venta de coches que usen combustibles sintéticos (que son neutros en carbono) en 2035. “Me alegro de que el Gobierno alemán e italiano hayan estado defendiendo esto, me hubiera gustado ver también al Gobierno español”, ha lamentado, añadiendo que nuestro país “es el segundo fabricante europeo de coches”, tras Alemania.
“Estamos haciendo una movilidad sólo para ricos”, pero esta debe ser diversa y “necesitamos todas las tecnologías disponibles para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de CO2”, apunta el CEO de Repsol
El CEO de Repsol ha señalado que “las medidas prohibicionistas dan lugar a la incertidumbre”, algo que ha ejemplificado con la anécdota de que le paran por la calle para preguntarle qué coche comprar. “Estamos haciendo una movilidad sólo para ricos”, pero esta debe ser diversa y “necesitamos todas las tecnologías disponibles para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de CO2”, ha destacado y al mismo tiempo, ha aumentado el envejecimiento del parque automovilístico español, pasando de una media de 8 años en 2008 a una de 13,6 años. Al hilo de esto, también ha referido que ha desaparecido el incentivo para que los fabricantes inviertan en eficiencia de los motores, por lo que el consumo no baja y las emisiones tampoco. “Los biocombustibles avanzados y los combustibles sintéticos emiten en toda su cadena de valor menos que el coche eléctrico”, ha afirmado, insistiendo en la necesidad de mirar la foto completa de emisiones durante todo el ciclo de vida y recordando que “los sectores del acero y del cemento chinos emiten más que toda Europa”.
Imaz ha destacado que en la transición no sólo se debe apostar por la reducción de emisiones, también por procesos más eficientes, así como la seguridad de suministro y los precios asequibles (estos dos últimos son elementos del trilema de la energía, junto a la sostenibilidad). Y en esto no debe haber hipocresía, como la que se da al prohibir explorar gas natural en nuestro país y luego importar gas natural licuado de EEUU extraído mediante fracking (fractura hidráulica), ni tampoco debe haber restricciones ideológicas. Además, ha añadido que Europa apuesta por “la descarbonización con el palo”, mientras EEUU lo hace por “la descarbonización con la zanahoria, atrayendo inversiones”. “Aprendamos del modelo estadounidense y olvidemos el prohibicionismo”, ha concluido.