Carles Puigdemont presiona aún más a Pedro Sánchez, después de que la semana pasada, la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, le dijera al presidente del Gobierno y líder del PSOE: “Mueva el culo y pague lo que debe a los catalanes”. Ahora Junts ha respaldado una enmienda del PP (en concreto, la número 54) en el Senado, que incluye la supresión definitiva del impuestazo energético, en la tarde del martes 17.

Parece que en el Gobierno y en el PSOE se creen bastante la amenaza de Puigdemont porque han cancelado la reunión de la comisión negociadora sobre dicho gravamen que iba a tener lugar esta tarde. Una cita a la que no iban a acudir ni Unidas Podemos ni Junts ni PNV. Por tanto, todo queda a la espera de ver lo que se votará en el pleno del Congreso de los Diputados el próximo jueves 19. Y ya saben que, como bien dice el refrán español, hasta el rabo, todo es toro.

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Si al final, Junts apoya la enmienda del PP, parte del paripé fiscal del Gobierno se adelantaría. Si la enmienda 54 sale adelante... se suprimiría el impuestazo. Eso sí, el Gobierno aprobaría un real decreto para prorrogarlo el año que viene, contentando así en parte a Unidas Podemos y a Sumar, pero sería complicado que dicho real decreto se convalidara después en el Congreso. Es más, Sánchez y compañía ya se justifican diciendo que no pueden comprometer los votos de otros partidos políticos. En definitiva, el PSOE quedaría bien ante Unidas Podemos y Sumar, pero no podría sacar adelante lo que estos quieren por el rechazo de PNV y Junts, es decir, por los partidos nacionalistas vascos y catalanes... de derechas, por tanto, siempre podrá echarles la culpa a estos últimos para justificarse. 

Recuerden que el Gobierno Sánchez tiene que hacer un difícil equilibrio entre la España rota (sobre todo, representada por los nacionalistas catalanes y vascos de Junts y PNV) y la España roja (Sumar, Podemos, ERC, EH Bildu, BNG...). Claro que Puigdemont también ha presionado de otra forma: en una entrevista para TV3 ha insistido en que el impuestazo es un absurdo y ha preguntado cómo quieren que pueda vivir Tarragona sin el complejo petroquímico, en una línea similar a la defendida por Foment del Treball. Además, ha insistido en que Sánchez no tiene palabra y no le ha ido a ver a Waterloo, algo que tampoco ha hecho Salvador Illa.

Los nacionalistas catalanes son mucho más románticos que los vascos, para los que importa más la pela que el sentimentalismo. Pero claro, en Moncloa se ve como demasiada concesión que Sánchez fuera a Waterloo, por eso hasta ahora sólo ha acudido Santos Cerdán. Y ojo, no sólo está en juego el impuestazo energético, sino los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025,... y en caso de no poder aprobarlos y tener que prorrogar los actuales (que son los de 2023 prorrogados a 2024), Puigdemont cree que Sánchez tendría que convocar elecciones generales.