Al final, no está claro qué es Indra, si una empresa o un campo de batalla, entre el PP y el PSOE, e incluso entre las distintas familias del Sanchismo, más el PNV asomando la cabeza desde el norte, a través de SAPA, de Jokin Aperribay, al noble grito: "¿Y de lo mío, qué?

Todo ello en un momento en el que eclosiona la industria de Defensa europea y aún eclosionará más -si no estalla- con el acceso a la Casa Blanca de don Donald. Ojo, Trump no quiere destruir la OTAN. Necedades; lo que quiere es que los europeos se defiendan por sí solos, sin esperar siempre a que los soldados norteamericanos vengan a protegerles. En esto, Donald Trump tiene razón: Europa debe aprender a defenderse por sí misma. Recuerden que la madre de la civilización occidental no es América -América es la hija- sino Europa.

Ahora bien, el lío corporativo de Indra, una empresa cotizada, con más de un 70% de su capital en manos privadas, empieza a convertirla en una compañía ininteligible. No hablo ahora de conocer a qué se va a dedicar, cuál va a ser el peso de la división de Defensa y si se va a enajenar el resto de la compañía (Minsait), a qué velocidad y de qué forma. No, ahora de lo que se trata, como aprendimos en Alicia en el País de las Maravillas, es de saber quién manda.

La última ocurrencia de Moncloa es que los amigos -¡ah, la amistad!- de Pedro Sánchez tomen Indra. Hablo de los hermanos Javier y Ángel Escribano, propietarios de 'Escribano Mechanical and Engineering', que no se sabe exactamente si es una empresa que construye carros de combate o un empresa que fabrica planchas de acero para los carros de combate... que sólo coinciden en su interés porque haya quien compre... carros de combate, cuantos más, mejor. Pero si se sabe algo: su amistad con don Pedro Sánchez. El pequeño de los hermanos, Javier, incluso se ha convertido en compañero de 'footing' del presidente: esto es definitivo.

En cualquier caso, para entender el galimatías de la empresa de defensa del IBEX se precisa algo más: se precisa repasar el reparto accionarial total de Indra, donde los Escribano se han situado, con un 15%, como medalla de plata, sólo por detrás de la estatal SEPI (26%).

¿Y Joseph Oughourlian? ya no es amigo de Moncloa: el proyecto consiste en echarle, tanto de Indra como de PRISA. Cuidado Murtra, cuidado Escribano, que el franco-armenio es un millonario progresista: de los que gritan libertad y derechos en cuanto les tocas la cartera

El asunto tiene su enjundia porque el negocio de ahora mismo, no sé si el del futuro, son los vehículos acorazados, tanto de transporte como de ataque, y en este apartado, más importante que lo que hacen los Escribano, es lo que hace la propia Indra, la electrónica del vehículo acorazado. Lo del eurocaza y los euro-helicópteros de combate vendrá luego. Por ahora, la guerra de Ucrania ha dado alas a los vehículos acorazados e Indra tiene pedidos por un valor que podría alcanzar los 35.000 millones de euros, quizá más, para la próxima década. El bazar de las armas da para mucho, especialmente con un gobierno progresista e inclusivo como de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

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Pues bien, digo, que la última ocurrencia de Moncloa consiste en colocar al ya consejero de Indra, Javier Escribano (actual CEO de su familiar empresa), socialista de pro, como CEO de la compañía, en sustitución del pepero José Vicente de los Mozos, actual consejero delegado de Indra. Y, de paso, que Ángel Escribano, actual presidente de Escribano Mechanical and Engineering, entre en el consejo como vocal de base.

La pregunta es: ¿puede un proveedor dirigir a un cliente? En SEPI responden: con un presidente ejecutivo, Marc Murtra, sí.

Pero, hombre, y más en una empresa de Defensa dependiente como ninguna otra del presupuesto estatal, ¿puede un proveedor gestionar a su cliente sin favorecer a la empresa de su propiedad? A favor de quién gestionaría Javier Escribano: ¿de Indra o de Escribano Mechanical?

Además, el presidente de Indra, Marc Murtra, lleva años lleva años esperando que se desperece el presupuesto del Ministerio de Defensa para entrar en aire, en espacio y, si se deja Navantia, otra familia empresarial socialista, en mar. Todo ello desde el corazón de las armas de los tres ejércitos: la electrónica.

Pues bien, mientras se desata el siempre esperado presupuesto de doña Margarita Robles, en su peor momento político tras la DANA valenciana, Murtra ha logrado entrar en el sector de los carros de combate, que no es poco. Lo que vuelve a plantear la pregunta: ¿los Escribano utilizarán a su cliente Indra para favorecer a la empresa de su propiedad o al revés?

Desde luego, ya les adelanto que los consejeros en representación del sector privado, y existe un núcleo importante en Indra, no están por la labor.

¿Y qué pasa con otra sección 'socialista', la del presidente de PRISA y consejero de PRISA en representación del 7% Amber capital, Joseph Oughourlian? Pues pasa que Oughourlian ya no es amigo de Moncloa: el proyecto consiste en echarle, tanto de Indra como de PRISA. Cuidado Murtra, cuidado Escribano. que el franco-armenio es un millonario progresista: de los que gritan libertad y derechos en cuanto les tocas la cartera.

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Oughourlian ha pedido una y otra vez a Moncloa la cabeza del pepero De los Mozos. Con toda razón, el CEO no quiere trocear Indra, y para Oughourlian ese troceo es la forma, la única forma, de obtener en Indra una plusvalía que compense sus pérdidas irreparables en PRISA.

Desde luego, José Miguel Contreras, el nuevo hombre fuerte en propaganda televisiva del Sanchismo, dueño y señor de RTVE y supuesto ideólogo de PRISA, aunque la directora de El País, Pepa Bueno, no le acepte como jefe, asegura que Sánchez ya no necesita para nada al actual consejo de Indra y presidente de PRISA. Oughourlian dice que sí que de acuerdo pero que, si quieren que se marche, le remuneren los servicios prestados. PRISA no puede hacerlo porque está quebrada, Indra no va a hacerlo porque está 'participada': por inversores privados y por inversores estatales... que ya tampoco necesitan a Oughourlian.

En cualquier caso, se equivoca quien piense que en Indra todo es un lucha entre el PSOE y el PP, Feijóo no tiene fuerza aquí. La lucha principal es entre las distintas facciones del Sanchismo.

Así que, ¿De los Mozos? De los Mozos está condenado, aunque aún no sabemos quién será el verdugo. Bueno, sólo lo cambiaría que Feijóo llegue a La Moncloa. Pero eso no va a suceder mañana.