Parece que los inversores no se fían de Evergrande, porque se ha dado un batacazo en bolsa este lunes, en su regreso al parqué, tras llevar suspendida de cotización desde marzo de 2022. Las acciones de esta promotora inmobiliaria se han hundido casi un 80% (un 78,79%, en concreto) en la bolsa de Hong Kong, pese a reducir pérdidas a la mitad, y coincidiendo con la extensión del plazo de votaciones sobre su plan de reestructuración de la deuda offshore al 25 y 26 de septiembre.

No parece un buen regreso al parqué y refleja la desconfianza de los inversores, en un periodo en que se está haciendo patente la crisis inmobiliaria en el gigante asiático: de las 38 promotoras inmobiliarias estatales chinas, 18 han anunciado pérdidas semestrales, siete más que hace un año, como informó Bloomberg. Es más, hasta Evergrande se ha declarado en bancarrota en EEUU, por supuesto no en su país. Claro que también surge la pregunta de si estamos ante un cambio de paradigma, porque en las últimas semanas, muchas voces apuntan a China como primera potencia mundial, líder de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que ahora han sumado seis nuevos países y que aspira a suprimir el dólar del mercado mundial a pesar de que su economía flojea (en concreto, su PIB se desaceleró en el segundo trimestre y sólo ascendió un 0,8%, y entró en deflación en julio cuando los precios bajaron por primera vez en más de dos años). Entonces, el gigante asiático que lidera Xi Jinping podría ser más bien líder de un mundo hacia la ruina.

El pasado domingo 27, Evergrande informó sobre sus resultados del primer semestre: las pérdidas se han reducido a la mitad, situándose en unos 4.191 millones de euros, frente a las elevadas pérdidas que tuvo entre 2021 y 2022. Por su parte, la facturación ha aumentado un 43% entre enero y junio, a 16.256 millones. Además, cerró junio con un pasivo de 302.183 millones, un 2% inferior a la de hace un año.

La promotora china fundada por Hui Ka Yan ha vuelto a extender el plazo de votación sobre su plan de reestructuración de la deuda offshore al 25 y 26 de septiembre para que los acreedores “consideren,, comprendan y evalúen” los términos, tras los últimos resultados y la vuelta al parqué. Eso sí, no es la primera vez que extiende dicho plazo: a mediados de mes, lo aplazó a este lunes 28 y ahora lo ha vuelto a retrasar pero casi un mes. La inmobiliaria lleva tiempo trabajando en los acuerdos de reestructuración en Hong Kong e Islas Caimán, pero aparte de la aprobación de los acreedores, puede que necesite mucho más para salir de la delicada situación que atraviesa en los últimos años y en la que hasta ahora, el Gobierno chino sólo le ha ayudado comprando el 20%.