La inflación subyacente permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) de noviembre y publicará el dato definitivo el próximo 14 de diciembre.
El dato adelantado de noviembre deja el IPC anual en el 6,8%, frente al 7,3% en el que se quedó en octubre, y aunque es cinco décimas inferior al del mes anterior, sigue siendo una burrada.
Lo mismo que la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos): en noviembre subió una décima, hasta el 6,3%. Este repunte de la subyacente se produce después de haber estado dos meses consecutivos en el 6,2%.
Insistimos: una inflación subyacente del 6,3% sigue siendo elevadísima y supone un gran esfuerzo para el consumidor. Lo mismo que una inflación anual del 6,8%, porque en ambos casos supone que los sueldos pierden ese mismo poder adquisitivo.
Insistimos: una inflación subyacente del 6,3% sigue siendo elevadísima y supone un gran esfuerzo para el consumidor. Lo mismo que una inflación anual del 6,8%, porque en ambos casos supone que los sueldos pierden ese mismo poder adquisitivo
Volviendo a la tasa anual del IPC, según el INE, la causa de la caída de cinco décimas ha sido la bajada de los precios de los carburantes y de la electricidad. También, el hecho de que los precios de vestido y calzado, por la nueva temporada de invierno, han subido menos en noviembre de este año de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2021.
En términos mensuales (noviembre sobre octubre), el IPC registró un descenso una décima, frente a los incrementos del 0,3% del mes anterior y de un año antes.
Mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 6,6%, siete décimas por debajo de la registrada en el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA fue del -0,5%.
Así las cosas, y a la espera del dato definitivo del próximo 14 de diciembre, las pensiones contributivas subirán en torno a un 8,5% en 2023. El dato resulta de calcular la media del IPC entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022, tal y como se estableció en la primera parte de la reforma de las pensiones aprobada el pasado año, lo que se traduce en un incremento de unos 93 euros mensuales de media, recuerda RTVE.
Esta subida en las pensiones contributivas del 8,5% estaba contemplada en las previsiones del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que habían concretado una partida de 266.719 millones de euros para este fin, por lo que el montante final destinado se mantendría en la cantidad inicialmente estimada en las cuentas anuales.
Por su parte, las pensiones no contributivas (las de aquellos que no han podido cumplir los requisitos de cotización exigidos para las pensiones contributivas y que, de otra forma, se quedarían desprotegidas) subirán un 15% en 2023, independientemente del resultado del IPC a final de año, tras el acuerdo alcanzado con los proetarras de EH Bildu para lograr su voto favorable a los PGE.