IVA a las bebidas azucaradas: Garzón pierde, Marisu gana
El Gobierno socio-comunista decidió aumentar el IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas, pasando del 10% al 21%, en 2021, en teoría para reducir su consumo dentro de su defensa por una alimentación más sostenible y la lucha contra la obesidad infantil. Sin embargo, Alberto Garzón ha fracaso en su objetivo, pues el consumó sólo ha bajado en los hogares más pobres; mientras que María Jesús (Marisu) Montero ha recaudado más y las empresas afectadas lo han notado poco porque han subido los precios. ¡Ole!
Por tanto, el ministro de Consumo pierde, mientras la titular de Hacienda gana (el Gobierno preveía recaudar 340 millones de euros) y las compañías también. De hecho, más del 90% del incremento de dicho IVA acabó trasladándose al precio final de los productos afectados, según un informe elaborado por Esade. Entre estos, se encontraban entre ellos, los refrescos de Coca-Cola y PepsiCo. Al final, los zumos de naranja y otras frutas no vieron aumentado su IVA, una ‘garzonada’ que finalmente se excluyó porque era un “auténtico despropósito”, según señaló la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Según Esade, también tuvo repercusión en el gasto en snacks, considerados como bien complementario a las bebidas azucaradas y también “potencialmente nocivos en materia nutricional”: su gasto cayó un 10,5% en los hogares pobres
La subida del IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas “supuso la política más significativa de las consideradas y aprobadas en España durante la última década contra los efectos que el azúcar tiene sobre la salud en general y la obesidad en particular, especialmente la infantil”, empieza señalando el informe de Esade. Más del 90% de dicha aumento del impuesto acabó trasladándose al precio final, pues supuso una subida media del 9,6% sobre el precio medio por litro (lo que se tradujo en 0,12 céntimos por litro). Esto provocó que el consumo de refrescos cayera un 13% en el 33% de los hogares más pobres, pasando de los 83 litros por hogar del año 2020 a 72,2 litros, es decir, 10,8 litros menos; mientras que en el resto de hogares el efecto del impuesto no fue significativo en el consumo.
Además, el descenso del consumo entre los hogares más pobres fue mayor en los que había niños de entre 5 y 16 años, en concreto del 20%, que en los hogares pobres sin niños (-7%). Y según Esade, también tuvo repercusión en el gasto en snacks, considerados como bien complementario a las bebidas azucaradas y también “potencialmente nocivos en materia nutricional” y que son el otro gran negocio al que se dedica PepsiCo: dicho gasto cayó un 10,5%, lo que supuso 5 euros por hogar al año.