El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la Junta General Ordinaria de Accionistas
La Junta de Accionistas de CaixaBank, celebrada este viernes en Valencia fue larga: algo más de cuatro horas, debido a las innumerables intervenciones de los accionistas o, mejor dicho, de los sindicatos. Las principales quejas insistían en el nivel de presión a los que están sometidos, las desigualdades salariales de los trabajadores procecentes de Caixa y Bankia, el nivel de exigencia, la falta de personal y el sistema "traumático" de productividad por el que son evaluados. Los sindicatos mostraban su indignación y pedían un aumento de las remuneraciones, implementar el teletrabajo y mejores condiciones.
Por su parte, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha subrayado que, tras la integración de Bankia, la entidad es líder del mercado en volumen de negocio y cuenta con “un importante colchón de liquidez, lo que es fundamental en situaciones de volatilidad y de gran incertidumbre”. Aunque recordemos que las cuentas no fueron para tirar cohetes.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, explicaba que no había diferencias entre los trabajadores de Caixa y los procedentes de Bankia, e insistía en que el equipo estaba unido e iban todos a una, sin importar su procedencia, pero que había que tener paciencia porque solo han pasado doce meses desde la fusión.
Gortázar señalaba que “2021 ha sido un año extraordinario y positivo, pues, además de ejecutar la integración, hemos cumplido con los objetivos internos en términos de actividad comercial, cuenta de resultados y fortaleza financiera”. Además, Gortázar ha subrayado que “el foco de CaixaBank está totalmente puesto en el cliente: vivimos por y para nuestros clientes”.
En la Junta de Accionistas de CaixaBank se votaban el reparto de un dividendo total de 1.179 millones de euros, que se pagará a partir del 20 de abril, y la renovación de Tomás Muniesa como consejero dominical y vicepresidente y de Eduardo Javier Sanchiz como consejero independiente, todas las propuestas salieron aprobadas.
Para finalizar, la intervención de uno de los accionistas, que afeaba a Gortázar su intervención en Valenciano, “Estamos en España, hablamos español, hagan el favor de hablar en castellano, mantengamos el español”. Y concluía con un recado para Goirigolzarri y Gortázar, “cuidemos a los mayores”, el accionista hacía referencia al proceso de digitalización en el que está sumida la entidad y que, para muchos, está llevando a la marginación y la falta de atención de los clientes senior, gran activo para CaixaBank.