Arturo Gonzalo se estrena en una Junta de Accionistas, de la mano de Antonio Llardén, y ambos son respaldados
La verdad es que eso de que el primer ejecutivo de Enagas asegure que su objetivo es la descarbonización... pues hombre, no sé, a lo mejor es que pretende cerrar la empresa, dedicada, principalmente al transporte de gas.
Pero vamos con la crónica. Este jueves, en la Junta de Accionistas de Enagás ha habido pocas sorpresas, aunque sí muchas medidas estrictas por el Covid (y eso que el Gobierno ya ha relajado muchas), recomendando el seguimiento digital... lo que supone cierta merma en la transparencia de las compañías. No ha intervenido ningún accionista para plantear preguntas y han respaldado el cambio en la cúpula. Por su parte, el CEO, Arturo Gonzalo, se ha estrenado en este evento subrayando que los focos son la seguridad de suministro (tema que desde la invasión rusa de Ucrania ha cobrado gran protagonismo) y la descarbonización.
La compañía gestora del sistema gasista español y transportista de gas ha iniciado la nueva época ahora ante los analistas y después de haber anunciado que empezaba la venta (perdón, rotación) de activos recientemente (el primero ha sido GNL Quintero). Su presidente, Antonio Llardén, que ha perdido las funciones ejecutivas hace un mes, ha defendido que “para poder hablar de una Unión Europea real es imprescindible contar con la energía como un pilar de esa unidad, necesaria para abordar de forma eficaz y eficiente” y que el contexto geopolítico mundial está evidenciando la necesidad de una política energética común en la UE.
Los accionistas han aprobado todos los acuerdos propuestos, entre ellos, lógicamente, el aumento del dividendo en un 1%, hasta 1,70 euros con cargo al ejercicio 2021. Y seguirá subiendo en los próximos años
Llardén ha señalado que Enagás tiene dos focos: “Contribuir a la seguridad de suministro de España y Europa, y las nuevas oportunidades que ofrece el proceso de descarbonización”. Algo que también respalda Gonzalo, quien considera que ambos aspectos “son las dos caras de una misma moneda y que en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (se lleva muy bien con Teresa Ribera) y con los operadores gasistas de nuestros vecinos europeos, están “valorando las opciones técnicas para reforzar y completar las interconexiones gasistas de nuestro país para transportar tanto gas natural como hidrógeno”. Eso sí, no hay que olvidar que hasta ahora, Pedro Sánchez no ha vendido especialmente bien la gran capacidad de regasificación que tiene España y que podría enviar más gas a sus vecinos europeos, vía Francia, ha preferido hablar de extender su apuesta por las renovables... y sigue sin dar marcha atrás al cierre de la nuclear (como Ribera). ¡Qué error!
Gonzalo ha subrayado que los cinco pilares en clave europea en los que se basará la estrategia de Enagás hasta 2030 serán: almacenamiento, interconexiones, biometano, hidrógeno renovable y alianzas con países vecinos. Es más, ha destacado que la compañía hizo una auténtica anticipación en su visión hacia 2030. Y considera que ““la mejor respuesta a la fragilidad energética es acelerar la transformación del sistema, y el sector del gas tiene un papel clave, también para evolucionar del gas natural a gases renovables, principalmente hidrógeno”. Eso sí, no hay que olvidar que el renovable aún es muy caro de producir, pues necesita una gran cantidad de energía...
Los accionistas han aprobado los nombramientos de María Teresa Costa (que antes ha tenido que dimitir como consejera de Red Eléctrica), Clara García Fernández-Muro, Manuel González y David Sandalow como consejeros independientes, así como la renovación de Ana Palacio
Los accionistas han aprobado todos los acuerdos propuestos, entre ellos, lógicamente, el aumento del dividendo en un 1%, hasta 1,70 euros con cargo al ejercicio 2021. Y entre las prioridades está seguir incrementándolo un 1% anual este año y el que viene, así como mantener un dividendo sostenible de 1,74 euros entre 2024 y 2026.
Entre los acuerdos, también estaba la renovación de Llardén como presidente (ya sin funciones ejecutivas) y la ratificación de Gonzalo como CEO. Además, los accionistas han aprobado los nombramientos de María Teresa Costa (que antes ha tenido que dimitir como consejera de Red Eléctrica), Clara García Fernández-Muro, Manuel González y David Sandalow como consejeros independientes, así como la renovación de Ana Palacio, que ahora será la única consejera pepera. Recuerden que Pedro Sánchez se ha servido de esta última para que el PSOE diera el asalto a Enagás, convenciendo a sus colegas de partido de que se fueran. Y por cierto, Llardén ha agradecido “su dedicación, esfuerzo y compromiso” con la compañía a los otros cuatro peperos que estaban en el Consejo y han finalizado su mandato, y les han aplaudido todos los presentes: Isabel Tocino, Ignacio Grangel, Antonio Hernández Mancha y Gonzalo Solana.