Roberto García Merino y Beatriz Corredor están a los mandos de Redeia, destacando su fuerte apuesta por las energías renovables, en línea con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera
Este martes, en la Junta de Accionistas de Redeia (antigua Red Eléctrica que cambió su nombre hace un año), no ha habido sorpresas y no hay que olvidar que el 20% de su capital es propiedad del Estado a través de la SEPI. Su presidenta, Beatriz Corredor, exministra socialista y amiga de Pedro Sánchez (y miembro de la ‘smart people’) que fue nombrada en febrero de 2020 pese a no tener experiencia de gestión ni en el sector energético, se ha hecho valer semanas antes del 23-J: una vez más se ha olvidado de la energía nuclear y además, ha presumido de ser una de las pocas presidentas del Ibex 35 (las otras son Marta Ortega -Inditex-, Ana Botín -Banco Santander- y Anne Bouverot -Cellnex-). Es decir, ha quedado clara su apuesta por el ecologismo y la igualdad.
No es la primera vez que Corredor se olvida de la energía nuclear, lo hizo cuando se presentaron los resultados de 2022, pese a que esta aporta el 20% de la electricidad española, sólo quiere defender las energías renovables, como Teresa Ribera. Un olvido que se ha producido horas después del que ha tenido la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. Ambas han obviado la bronca de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre el cierre de las nucleares o el aviso del presidente de Metroscopia, Juan José Toharia, respecto a la opinión de los españoles, por ejemplo.
“Sin las renovables ibéricas, Europa no llega a sus objetivos de transición, descarbonización y eficiencia. No nos podemos permitir que el bajo nivel de interconexión de la Península Ibérica dificulte esas ambiciosas metas”, subraya Corredor. Un despliegue verde que conlleva adaptar las redes, porque “sin transmisión no hay transición
A Corredor sólo le gustan las energías renovables, pero cabe destacar que preside una compañía transportista de luz y operadora del sistema eléctrico español (en el que hoy también juegan un papel importante la nuclear y los ciclos combinados de gas). “Vivimos en una era de cambio acelerado”, ha señalado, en el que considera que se debe acelerar la transición energética y el despliegue de renovables. “Sin las renovables ibéricas, Europa no llega a sus objetivos de transición, descarbonización y eficiencia. No nos podemos permitir que el bajo nivel de interconexión de la Península Ibérica dificulte esas ambiciosas metas”, ha subrayado. Y dicho despliegue conlleva adaptar las redes, porque “sin transmisión no hay transición”, aspecto al que han aludido, entre otros, Bill Gates. Claro que también cree necesario fomentar las interconexiones y el autoconsumo (en este tema ha destacado que “el operador necesita mayor visibilidad”), así como un mayor despliegue de almacenamiento y de la eólica marina y trabajar en su conexión a la red, y el avance del hidrógeno renovable y la electrificación. “Somos y seremos la columna vertebral de la transición energética y también de la digitalización, que debe ser inclusiva y no ampliar las desigualdades”, ha apuntado. Y ojo, porque entre los proyectos, Corredor ha insistido en la central de Salto de Chira, que considera esencial para la operación del sistema y estará lista en 2027... pobre caracol chato de Arguineguín.
Por su parte, el CEO de Redeia, Roberto García Merino, ha transitado por la misma línea verde, destacando que la mayor parte de las inversiones se han destinado a la integración de renovables, aunque se debe agilizar la tramitación y la ejecución de proyectos. También ha destacado el crecimiento en telecomunicaciones, tanto en fibra óptica como en tecnología satelital. García Merino ha subrayado que caminamos hacia “un sistema eléctrico cada vez más descarbonizado” en el que más del 60% de la potencia instalada ha sido de origen renovable en 2022 y ha aportado el 42% de la generación, olvidando que la nuclear no emite CO2 y ha contribuido con el 20% aún siendo una parte pequeña dentro de la potencia total. Además, ha recordado a las más de 2.400 personas que forman Redeia y que el modelo de negocio tiene como pilares la garantía de suministro, la conectividad, la sostenibilidad y la innovación.
El CEO de Redeia, Roberto García Merino, ha transitado por la misma línea verde, destacando que la mayor parte de las inversiones se han destinado a la integración de renovables, aunque ha considerado que debe agilizar la tramitación y la ejecución de proyectos
En la Junta, sólo ha habido preguntas de un accionista. Entre ellas, sobre una posible fusión de Redeia y Enagás en único operador de los sistemas eléctrico y gasista, como ocurre en otros países europeos (por ejemplo, Portugal) y Corredor ha respondido que “no tiene sobre la mesa, ni siquiera un estudio preliminar” sobre esto y que no le consta “ningún movimiento en ese sentido ni por parte de la compañía a la que se refiere, ni de la nuestra, ni del legislador”. Además, ha referido que sí tienen en cuenta a los minoritarios, ante la queja de que la Junta se haya celebrado en la sede de Redeia en Alcobendas y no haya cóctel. Una cita a la que han asistido pocos accionistas (el quórum ha sido del 65,1%), pero han bastado para sacar adelante todas las propuestas por amplia mayoría.