No se han cumplido ni tres meses desde su nombramiento (18 de enero) y ‘los De la Rocha’, el equipo económico habitual de Pedro Sánchez, liderado por Manuel de la Rocha, ha comenzado a cuestionar a Marc Murtra, a quien ellos colocaron “con nocturnidad y alevosía”, como presidente de Telefónica.

Tras su etapa en Indra, Murtra llegó a la teleco como gestor, no como agente político a las órdenes de Moncloa. La controversia estuvo presente durante la intervención de los accionistas, algunos de ellos visiblemente molestos. “La forma en la que ha llegado no ha sido apta ni ética, ni para el público en general ni para mí”, afirmó uno de ellos. “La forma de entrar ha sido con nocturnidad y alevosía”, concluyó.

“¿No se cansa usted de ser el chico de los recados?”, le preguntó otro accionista recordando su paso por Indra y anunciando que votaría en contra de su nombramiento y el de Carlos Ocaña, representante de la SEPI.

El rechazo quedó patente en el resultado de las votaciones, que conviene analizar con atención. A saber: el quorum de la Junta fue del 64,15%, en línea con años anteriores si tenemos en cuenta la mayor presencia de institucionales. Pues bien, de ese 64,15%, el 34,6% está en manos del Consejo, todo él presente en la Junta y cuyo apoyo a las propuestas se da por descontado, lógicamente. Es decir, del 29,5% restante, el 8,6% votó en contra del nombramiento de Murtra, un porcentaje muy elevado: más de la cuarta parte.

El nombramiento de Carlos Ocaña como representante de la SEPI fue rechazado por el 4,5%, de los votos y eso que no tiene carácter ejecutivo. En otras palabras, un porcentaje significante de los minoritarios de Telefónica rechazan la entrada del Gobierno en Telefónica.

Peor parado resultó el punto nueve del orden del día, las remuneraciones de los consejeros: recibió el 11,6% de los votos en contra. Cuidado con las remuneraciones del nuevo Consejo, que se votarán en la edición de 2026.

La primera Junta de Murtra fue gris, sin brillo alguno y con un presidente más pendiente de no salirse del guion que de ninguna otra cosa. Durante su discurso, dejó pinceladas del nuevo plan estratégico que verá la luz durante la segunda mitad del año. Lo más destacable: Telefónica centrará sus esfuerzos en Europa y Brasil… y nada más. El segundo punto: Murtra aboga por fusiones nacionales antes que europeas. Al principio de su mandato decía justo lo contrario, pero es comprensible que haya cambiado de opinión porque Telefónica no está en disposición de fusionarse con ninguna de las grandes, actualmente.

Por cierto, Emilio Gayo, CEO del grupo que llegó a tener un pie y medio fuera de la compañía con Pallete, pasó prácticamente desapercibido, sin discurso propio. Ni siquiera repasó las cuentas de 2024, las últimas de su antecesor, Ángel Vilá. Gayo es un hombre próximo a Zapatero, como lo es el consejero incombustible, Javier de Paz, que ahora ejerce, además, como presidente de Movistar Plus. Dos sueldos en lugar de uno. Así estaba de sonriente, tras la Junta.