El precio del petróleo vuelve a subir por el conflicto en Israel y además la OPEP estima que crecerá su consumo hasta 2045
El conflicto surgido tras el ataque de los fanáticos de Hamás a Israel no sólo resurge el fantasma del Yom Kippur, sino que también eleva los precios del crudo. Esto último ha tenido su repercusión en las cotizaciones de muchas petroleras europeas: la portuguesa Galp, la británica BP, la anglo-neerlandesa Shell, la italiana Eni y la española Repsol son las que más lo celebran en bolsa.
La cotización del barril de Brent (de referencia en Europa) sube más de un 3% este lunes, superando los 87 dólares, e incluso ha llegado a tener algún pico momentáneo de 89 dólares. Esto supone un nuevo cambio de tendencia en los últimos días, pero esta vez al alza, después de que el petróleo bajara por primera vez de los 90 dólares (llegó a 95 a mediados de septiembre) en un mes, situándose en torno a los 85 dólares, y se alejara de la previsión de que llegaría a los 100 que hizo el CEO de Chevron, Mike Wirth. Recuerden que en dicho abaratamiento del petróleo pesó más el temor a una caída de la demanda por el enfriamiento de algunas economías que el hecho de que Arabia Saudí y Rusia mantuvieran los recortes adicionales en su oferta de crudo. Ahora, tras el ataque de Hamás, Israel ha declarado el estado de guerra y se prevé que su ofensiva de represalia dure bastante tiempo, lo que ha vuelto a encarecer el precio del petróleo y también el de otros valores refugio, como el oro.
Tras el ataque de Hamás, Israel ha declarado el estado de guerra y se prevé que su ofensiva de represalia dure bastante tiempo, lo que ha vuelto a encarecer el precio del petróleo y también el de otros valores refugio, como el oro
La cotización de la petrolera portuguesa Galp ha sido la que más se ha disparado, alcanzando una subida cercana al 4%, en concreto del 3,76% a primera hora del mediodía. Le ha seguido la británica BP, con una subida del 3%. Por debajo del 3% se han colocado Shell (+2,87%), y en una línea muy similar Eni (+2,20%) y Repsol (+2,15%). Por cierto, esta última es la que lidera las subidas dentro del Ibex 35 en la sesión de este lunes, en la que índice español se mueve en rojo (-0,60%), y en relación al negocio, al igual que Galp, está ante el dilema de los descuentos en combustibles y debe decir si aumentan, se mantienen, bajan o acaban.
Paralelamente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha presentado la publicación ‘Perspectiva Mundial del Petróleo 2023, que incluye previsiones a largo plazo. Y ojo, estima que la demanda de crudo aumentará hasta 2045, pese a tanta histeria climática, llegando a 116 millones de barriles diarios, frente a los 102 millones de este año, pero advierte que se necesitan inversiones de 14 billones de dólares para satisfacerla y que una eventual falta de estos flujos de capital puede sembrar el “caos”. Tanto los pronósticos de demanda como de inversiones son superiores a los que la OPEP (el grupo de 13 países productores de crudo que lidera Arabia Saudí) dio hace un año y que se situaron en 110 millones de barriles diarios y en 12,1 billones de dólares. Recuerden que la OPEP no es la única organización que estima mayor demanda de petróleo, también lo hiceron Goldman Sachs y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) hace unos meses.
Actualmente, tanto la OPEP como sus aliados (grupo denominado OPEP+) están recortando la oferta de crudo, pero esto no durará siempre. En el citado informe, se estima que la cuota de la OPEP en el mercado del petróleo mundial pasará del 34% en 2022 al 40% en 2045, mientras que la de los países no OPEP empezará a bajar a partir de 2030.
Y por cierto, también el precio de los futuros del gas natural en Europa (los cuales se negocian en la plataforma TTF, la referencia en Europa) se han movido el alza, aunque no por el conflicto de Israel, sino por una fuga en un gasoducto submarino situado en el mar Báltico y que conecta las redes entre Finlandia y Estonia. En concreto, los futuros del gas han subido un 8,6%, superando los 40 euros el megavatio-hora.