Eduardo Urrutia, presidente de Kaiku Corporación Alimentaria, empresa láctea que controla la suiza Emmi desde 2015
Kaiku Corporación Alimentaria supone otra muestra de la colonización extranjera del sector lácteo español, pues es propiedad de la empresa láctea suiza Emmi. Tuvo un buen 2021, al elevar beneficio e ingresos, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido Cinco Días, pero advierte que las altas tasas de inflación podrían marcar este ejercicio.
El sector lácteo en nuestro país está liderado por las francesas Lactalis y Danone, y también hay una fuerte de la suiza Nestlé. Eso sí, aún, afortunadamente, hay compañías que resisten y siguen siendo españolas: Capsa Food -Central Lechera Asturiana- mantiene el liderazgo nacional en leche, nata y mantequilla; Pascual e Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), que es dueña de la marca Reny Picot.
Kaiku se dedica a multitud de productos lácteos y derivados, pero también a alimentos funcionales, como el Benecol y el Vitaten, destinados a reducir el colesterol y para personas con niveles altos de tensión arterial, respectivamente
En este contexto cabe recordar que Kaiku tuvo su origen en 1952 en las cooperativas lácteas vascas y navarras. Pasó a ser propiedad de Emmi desde abril de 2015, aunque el Gobierno vasco mantuvo presencia en el accionariado: primero a través del fondo de capital riesgo Ekarpen (participado por el Ejecutivo de Vitoria, las tres diputaciones vascas, Corporación Mondragón y Kutxabank), pero este vendió su 7,31% al Instituto Vasco de Finanzas (IVF) a finales de 2019. Su presidente es Eduardo Urrutia y la sede está en San Sebastián.
Kaiku se dedica a multitud de productos lácteos y derivados: leche, yogures, nata, queso, batidos, mantequillas, bebidas de soja, leche sin lactosa y preparados para tomar (los Kaiku Caffè Latte). Pero también a alimentos funcionales, como el Benecol y el Vitaten, destinados a reducir el colesterol y para personas con niveles altos de tensión arterial, respectivamente. En 2021 ganó 19,8 millones de euros, un 16% más que el año anterior y el más alto de los últimos años; y tuvo un récord de ingresos, alcanzando los 495 millones (+6%), gracias a la reapertura de la hostelería en España y al crecimiento de sus ventas en el exterior (las cuales representaron el 65% del total). Claro que 2022 podría no ser tan bueno por los “nuevos riesgos”: la guerra en Ucrania y su efecto en la rotura de las cadenas de suministro de materias primas y en la escalada en los precios energéticos, las altas tasas de inflación y las subidas de precios.