Antón Arriola es un banquero de inversión metido a cajero. Sus enemigos se lo recuerdan cada día. Pero él no ha perdido la calma
Ya tenemos los resultados del grupo Kutxabank, al cierre del ejercicio 2022. Período en el que el grupo ha mejorado de manera importante su cifra de beneficio neto respecto al año 2021. Este fue un año en el que la cajas de ahorros vasca superó notablemente su beneficio respecto al año 2020, debido principalmente al decremento de su partida de provisiones y deterioros originados por los efectos de la pandemia en sus cuentas de activo en un 19,9%. Ha ocurrido algo similar entre 2021 y 2022. Si bien esta evolución del resultado del grupo es positiva, todavía está muy lejos de lo obtenido de manera previa a la pandemia. Veamos a continuación qué es lo que ha ocurrido entre 2021 y 2022.
El beneficio atribuido a Kutxabank en 2022 ha sido de 330,5 millones de euros, un 52,7% superior a la cifra obtenida al cierre de 2021. La bondad de la evolución del resultado de Kutxabank entre períodos se debe principalmente, de nuevo y como ya hemos comentado, al importante descenso de la partida de provisiones y deterioros en términos comparativos. La partida de saneamientos y deterioros del grupo hasta el cuarto trimestre de 2022 ha descendido en un 16,7% respecto al cierre del año anterior hasta situarse en los 232,3 millones de euros, aproximadamente 47 millones de euros menos que lo reflejado un año antes.
Además, el grupo ha incrementado sobremanera sus ingresos core, negocio bancario del período y su partida de dividendos, puesta en equivalencia y ROF, hasta los 1.268,4 millones de euros y hasta 116,3 millones de euros, respectivamente.
Kutxabank sigue siendo una entidad con más solvencia que rentabilidad
El margen de intereses del grupo ha aumentado en un 14,6%, en línea, por ejemplo, con una entidad comparable como es Abanca, respecto a la misma cifra de cierre del cuarto trimestre de 2021, situándose en 640,7 millones de euros. Evolución del margen del grupo que disminuye entre períodos cuando se incluye la partida de ingresos por prestación de servicios, con un incremento del 1,3% y de seguros, con un incremento del 11,1% ,hasta llegar a un incremento interanual entre períodos del 8,8% en el negocio bancario.
De igual manera se aprecia un aumento en el margen bruto del grupo- ingresos core negocio bancario más dividendos, puesta en equivalencia y ROF y otros resultados de explotación- entre períodos en línea con los ingresos core del negocio bancario, en un 11,7%.
Resulta muy interesante destacar la mejora en la eficiencia de los recursos por parte del grupo. Kutxabank ha conseguido en el período un incremento del 8,8% entre 2021 y 2022 de sus ingresos, incrementando en tal solo un 1,4% sus gastos de explotación en iguales términos comparativos.
Todo ello con la elevada inflación actual que a todos nos está asolando el bolsillo cuando vamos a comprar, o al menos eso dice nuestro querido Gobierno.
Como saben, la elevada inflación presente en Europa, ha puesto a trabajar al BCE, que ha elevado los tipos de interés de la Eurozona. Esta subida de interés ha provocado una mejora de manera general el valor en bolsa de los grupos financieros, así como los rendimientos de las operaciones financieras de los mismos, y Kutxabank no ha sido una excepción, como hemos visto antes. Sin embargo, Kutxabank sí que se diferencia con sus comparables en algo, no reporta beneficios a los clientes que mantienen cuentas en el grupo.
En contraposición con lo que ocurría en el caso de Abanca o de Banco Sabadell, entidades comparables con Kutxabank, pese a la estructura de tipos interés alcista actual, el grupo no está remunerando los depósitos a sus clientes. Espero que sus clientes supieran este hecho y permanezcan en el grupo por la fidelidad de los mismos de la que el grupo tanto alardea: si se van en masa a Abanca por ejemplo, los 300 euros que este da a aquellos que abren una cuenta corriente con su nómina en el grupo le parecerán “pecata minuta” y una inversión realmente productiva.
Antón Arriola es un banquero de inversión metido a cajero. Sus enemigos se lo recuerdan cada día. Pero él no ha perdido la calma
Vayamos con la solvencia de Kutxabank. El grupo ha empeorado su solvencia a cierre del 2022 respecto a 2021. La principal ratio de solvencia, CET1, ha sufrido un decremento de un 0,1% entre dichos períodos hasta situarse en el 17,60%. No se preocupen, pese a tal decremento, la posición de solvencia del grupo se sitúa en el podio del sector.
Tranquilos, no nos olvidamos de los afamados morosos, ya saben que la ratio de morosidad de los grupos financieros es un excelente indicador de la calidad de los activos que tienen los mismos, de ahí su importancia de análisis.
La ratio de morosidad de Kutxabank sigue en el nivel más bajo del sector bancario español y sigue mejorando, increíble. A cierre de 2022 se ha situado en el 1,37%, inferior en 50 puntos básicos a la misma cifra de 2021. De manera comparativa, con un grupo comparable como es Banco Sabadell, la ratio de morosidad de Kutxabank es muy inferior en 204 puntos básicos a la de aquel, mostrándose así la excelente calidad de los activos del grupo. Asimismo, el cociente de mora del grupo se sitúa muy por debajo de la del sector, del 3,54% a cierre del mes de diciembre de 2022.
Finalmente, concluimos sobre los resultados del año 2022 de Kutxabank. Como bondades del grupo cabe destacar que Kutxabank ha incrementado sobremanera su resultado respecto al año anterior, en un 52,7%, y que ha mejorado, más si cabe, su ratio de morosidad respecto al mismo período. Como “pega”, el grupo no remunera las cuentas corrientes que sus clientes mantienen en el grupo, espero que esto no se pase factura en el futuro.
Kutxabank sigue siendo un modelo de solvencia, no así de rentabilidad. Esta es la principal tarea que afronta el nuevo presidente, Antón Arriola. De hecho, esa asignatura pendiente el punto por el que se juzgue la gestión de Arriola que con el fichaje de José Antonio de Tomás, intenta remarcar su independencia como gestor frente al PNV más intervencionista.
Antón Arriola es un banquero de inversión metido a cajero. Sus enemigos se lo recuerdan cada día. Por ahora, hay que reconocerle que no ha perdido los nervios.