Toda vez que el Banco Central Europeo (BCE) le ha dado su bendición como nuevo presidente de Kutxabank, Antón Arriola ha empezado a actuar de inmediato. Fuentes de la entidad, consultadas por Hispanidad, reparan en el nombramiento, aparentemente menor, de José Antonio de Tomás como director de Estrategia y nuevos negocios, que reportará directamente a Arriola. 

Kutxabank es un banco más solvente que rentable. El nuevo presidente pretende ahora diversificar. No se pasa de banca doméstica a banca al por mayor sin asumir un alto riesgo

Para entendernos, esta dependencia directa del nuevo director general no hace sino repetir el esquema de Ana Botín en el Santander, grupo del que procede precisamente De Tomás. Sería difícil discutirle a doña Ana su carácter ejecutivo pero, para salvar la letra, que no el espíritu, de organización corporativa que pretende el regulador europeo, Ana Botín no figura en el Comité de Dirección del Santander, aunque sí en el de Estrategia. Ergo, nominalmente Botín no es presidente ejecutivo. En la práctica manda más que un mariscal.

Pues bien, Antonio Arriola lo mismo en Kutxabank. La entidad vasca tiene un Ceo, Javier Lurueña, veterano de la casa, del que dependen todas las unidades operativas, lo mismo que todas las unidades operativas del Santander dependerán de Héctor Grisi dentro de dos días. Pero el nuevo director de Estrategia reportará a Arriola porque el que manda es Arriola.

Algo sí ha dejado claro el joven banquero-novelista: a él le parará el mercado, no las diferencias internas del mundillo financiero vasco. Perdón, peneuvista

Y ojo, no se trata de que el nuevo presidente de Kutxabank esté enfrentado a Lurueña. La cosa no va por ahí. En Kutxabank la cuña del zapato de Arriola es el hombre de la BBK, la antigua caja de ahorros y de Bilbao y Vizcaya, Javier Sagredo, a quien la llegada de un foráneo, no del País Vasco sino del entorno cajero vasco, encima procedente de la banca de inversión (Goldman Sachs), no hacía especial ilusión.

Y el reto de Arriola es, precisamente, de estrategia. Para entendernos, Kutxabank es un banco más solvente que rentable. Como banca doméstica ha tocado techo en alguno de sus negocios. el nuevo presidente pretende ahora diversificar. Pero cuidado, aparte de que el papel social más importante, lo cubre la banca doméstica, las de las cajas de ahorros y las cooperativas de crédito, la banca al por menor no se convierte en banco al por mayor, ni tan siquiera parcialmente, si no es asumiendo un riesgo cuando menos inquietante. Ese es el desafío de Arriola. Pero algo sí ha dejado claro el joven banquero-novelista: a él le parará el mercado, no las diferencias internas del mundillo financiero vasco. Perdón, peneuvista.