La liberación de la alta velocidad española puede acabar con su reputación, mientras Raül Blanco lamenta que en el resto de países de la UE no haya la misma apertura que aquí
Decíamos en Hispanidad que España sigue ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria y el tema no acaba ahí, porque la liberalización de la alta velocidad puede acabar con su excelente reputación, que le ha costado conseguir más de tres décadas. Ahora hay tres operadores, cuatro tipos de trenes, miles de viajeros… y las infraestructuras sobrepasadas.
Renfe ha pasado de tener el monopolio ferroviario en nuestro país a ser uno más y a competir con franceses e italo-españoles… y todo para cumplir con Europa. Por eso abrió sus puertas a la competencia en alta velocidad hace unos años, en aras de la liberalización ferroviaria europea que otros países no han corrido tanto en cumplir. Así, en mayo de 2021, el operador público ferroviario francés SNCF lanzó Ouigo, su servicio low cost, en la ruta Madrid-Barcelona y se adelantó al Avlo, el propio AVE low cost de Renfe. Tiempo después, el operador francés rompió de forma unilateral la sociedad conjunta que tenía con el español denominada Elipsos, que se creó en 2013 precisamente para facilitar la entrada que el primero operara en España y que el segundo hiciera lo mismo en Francia, pero, como saben, sólo se cumplió la primera parte. Y en noviembre de 2022, empezó a circular por las vías de nuestro país Iryo, el AVE propiedad de Air Nostrum -es decir, de los fundadores del IVI-, Trenitalia y Globalvía.
Renfe viajará a Lyon a partir del 13 de julio y a Marsella desde el 28, y presume de haber vendido más 31.000 billetes. Mientras SNCF anuncia el refuerzo de su servicio de alta velocidad entre Barcelona y París a partir de este sábado
Este año, por fin, parece que empezará a haber algo de reciprocidad ferroviaria, como destacaba la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, pero no será a toda máquina. Renfe anunció que llegaría con el AVE a Lyon y Marsella antes de verano, y a París antes de que terminara el año, aunque al final habrá algo de retraso: viajará a Lyon a partir del 13 de julio y a Marsella desde el 28, pero no a París este año sino en el verano de 2024. El operador público ferroviario español ha presumido de que desde el pasado 21 de junio ya ha vendido más 31.000 billetes para los servicios que conectarán 17 ciudades entre los dos países vecinos y que se lanzaron con fuertes descuentos (a partir de 9 euros). Claro que debe ser prudente con el entusiasmo, porque SNCF ha anunciado que ha reforzado su alta velocidad entre Barcelona y París para la temporada de verano, un servicio que operaba con Renfe hasta que rompió la sociedad Elipsos y en solitario desde el pasado diciembre: en lugar de dos trenes diarios que saldrán de cada una de estas dos ciudades, serán tres a partir de este sábado, lo que añadirá 1.000 asientos extra al día y supondrá trasladar más de 300.000 viajeros entre junio y septiembre, y más de 800.000 en el conjunto del año.
Unas semanas antes, el socialista catalán Raül Blanco, presidente de Renfe, lamentaba que en el resto de países de la UE no hubiera la misma apertura que aquí, algo que ha quedado más que patente con el reforzamiento del trayecto Barcelona-París por parte de SNCF, mientras en nuestro país sigue sumando presencia en distintos trayectos. Eso sí, no sin problemas, pues Ouigo acumula ya cinco incidentes y la última avería ha sido sonada: 463 viajeros se quedaron atrapados dentro de un túnel de la provincia de Tarragona y el trayecto que normalmente recorren en dos horas y media duró más de 10 horas. Ouigo ha explicado que la avería se debió a un fallo del compresor, que activó las medidas de seguridad para prevenir cualquier error en el buen funcionamiento del sistema de frenado, las cuales provocan que el tren se pare inmediatamente al detectar el fallo. Y como compensación a los 463 viajeros ha anunciado que les reembolsará el 200% del precio del billete, así como las consumiciones en el bar del tren durante la incidencia, y que les dará un bono de 75 euros para futuros viajes.
Ha pedido a la Asociación de Defensa de la Marca (ANDEMA) y al Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) acciones en defensa de la marca AVE
Una sonada avería de Ouigo ante la que Renfe ha reaccionado: ha pedido a la Asociación de Defensa de la Marca (ANDEMA) y al Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) acciones en defensa de la marca AVE, que está protegida y registrada por dicho operador en la Oficina Española de Patentes y Marcas desde 1990 y en la Oficina Europea de Propiedad Intelectual desde 1996. De esta forma, busca evitar que esta marca propia se use como término genérico para referirse a un tren de alta velocidad.
Y ojo, porque la liberalización de la alta velocidad puede acabar con su excelente reputación no sólo por todo lo comentado, sino porque podría morir de éxito. Hay tres operadores, cuatro tipos de trenes (AVE, Avlo, Ouigo e Iryo), miles de viajeros que ahora afrontan numerosos retrasos y averías, e infraestructuras sobrepasadas. Es cierto que se están haciendo inversiones en algunas grandes estaciones aumentando el número de vías, pero resultan insuficientes, porque estas vías después se reducen a las que hay actualmente en el resto del trayecto.