Lidl saca provecho de su gran apuesta por el bajo precio en España. Y es que ha logrado récord de ventas en su último ejercicio fiscal (1 de marzo de 2023 a 29 de febrero de 2024), las cuales se han situado en 6.572 millones de euros, siendo un 8% superiores a las del anterior ejercicio. Eso sí, gana menos...

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En un contexto de elevada inflación, el aumento de costes y el auge de la marca de distribución (más conocida como marca blanca), la cadena de distribución alemana ocupa el tercer puesto en cuota de mercado, con un 6,5%, tras la española Mercadona (26,9%) y la francesa Carrefour (10,2%), según los últimos datos. Lidl Supermercados es la filial con la que opera en España y forma parte de la alemana Lidl Stiftung, que a su vez pertenece al Grupo Schwarz. En nuestro país, Lidl tiene más de 670 tiendas y 12 plataformas logísticas, empleando a unas 18.500 personas, y se encuentra en expansión, al mismo tiempo que crece su colaboración con proveedores nacionales (unos 900, a los que compra productos por valor de unos 7.400 millones, un 11% más que en el anterior ejercicio, y exporta más de la mitad -un récord de más de 3.900 millones- a una treintena de países).

Lidl tenía más de 670 tiendas y 12 plataformas logísticas, empleando a unas 18.500 personas, y se encuentra en expansión: para este ejercicio prevé inaugurar 40 nuevas tiendas y ampliar sus infraestructuras logísticas

Por su parte, el beneficio neto se redujo en un 13% (en unos 11 millones), hasta 182 millones. En esto han influido los mayores costes, como en otras empresas, aunque Lidl prefiera presumir de haber renunciado a parte del beneficio “para mantenerse fiel a su compromiso de ofrecer siempre la mejor relación calidad-precio a sus clientes”, es decir, que no ha trasladado la totalidad del alza de costes a los precios de los productos. No se puede olvidar que Lidl también ha vivido una transformación, pues era una cadena más bien cutre a la que sólo le importaba el precio, aunque contaba con el atractivo de traer marcas alemanas que aquí no se conocían y resultaban atractivas, y ahora la calidad ha mejorado... algo que también ha pasado en otras cadenas de distribución (por ejemplo, en DIA) ante la creciente competencia, la inflación y el fuerte auge de la marca blanca contra la que tienen que luchar cada vez más las marcas del fabricante (como Calidad Pascual, entre ellas).

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La renuncia a parte del beneficio también ha implicado pisar un poco el freno en su estrategia de negocio de “reinvertir íntegramente su beneficio para seguir creciendo en España”, con la apertura de más tiendas y almacenes, más empleos y más compras y exportaciones de producto nacional. Un cierto freno que no ha impedido que Lidl invirtiera 260 millones en la inauguración de una veintena de tiendas y en proyectos para ampliar su red de almacenes (como la entrada en funcionamiento de la plataforma logística situada en Escúzar, Granada). Asimismo, ha sumado más de 150 personas a su plantilla, ha ampliado el número de horas en contratos con jornadas más parciales (inferiores a 25 horas a la semana) y ha aumentado los salarios (su III Convenio Colectivo contempla incrementos de hasta un 19% en el periodo 2022-2025 e incorpora una cláusula de revisión de hasta un 4% en función del IPC). Además, el 96% de su plantilla en nuestro país tiene un contrato indefinido... o sea, que hasta Lidl puede dar lecciones a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz

De cara al presente ejercicio, Lidl destaca que celebra su 30 aniversario en España. Prevé continuar creciendo en empleados y salarios, y con el ahorro para sus clientes con más bajadas de precios permanentes para incentivar al máximo su ahorro. Además, prevé invertir unos 220 millones para inaugurar 40 nuevas tiendas, alcanzando un total de 700, y ampliar sus infraestructuras logísticas.