“En solo un año, hemos logrado un giro financiero sin precedentes (...). La demanda de viajes aéreos sigue siendo alta en 2023”, subraya el CEO del grupo Lufthansa, Carsten Spohr, quien por cierto ha sido renovado por cinco años más
“Lufthansa ha vuelto”, ha presumido su CEO, Carsten Spohr. El grupo aéreo alemán ha recibido premio bursátil (su cotización sube más de un 6%) tras el regreso a beneficios -neto y operativo- en 2020, después de dos años de pérdidas milmillonarias. Eso sí, aún le quedan horas de vuelo para recuperar las cifras preCovid.
Lufthansa, al igual que otros grupos aéreos y aerolíneas, afrontó un fuerte batacazo con la pandemia y el desplome de los viajes, pero hace meses que empezó a reducir los números rojos y a despegar, a pesar de tener que lidiar con la elevada inflación de costes y del precio de combustible. Avanza en su recuperación e incluso se ha lanzado a la expansión, como IAG (este holding que dirige Luis Gallego ha comprado Air Europa y no descarta pujar por la portuguesa TAP): hace unas semanas, Lufthansa presentó una oferta por la aerolínea italiana ITA Airways (la antigua Alitalia que fue nacionalizada) y ahora ha anunciado pedidos en firme para comprar 22 aviones a Airbus y a Boeing, cuyo importe total ascendería a unos 7.020 millones de euros, y espera recibirlos a mediados de esta década. Asimismo, está en negociaciones para adquirir otros aviones de largo recorrido que podrían estar disponibles a más corto plazo, y en total cuenta con más de 200 pedidos en firme de nuevos aviones.
El gigante aéreo ha tenido un beneficio neto de 791 millones, frente a las pérdidas de 2.191 millones en 2021; un ebit de 1.231 millones; un margen operativo ajustado de 4,6%; y ha duplicado el número de pasajeros, logrando que los ingresos ascendieran a 32.770 millones (+95%)
Vayamos a los resultados de 2022. Lufthansa ha tenido un beneficio neto de 791 millones, frente a las pérdidas de 2.191 millones del año anterior; el beneficio operativo (ebit) ha ascendido a 1.231 millones, lejos del negativo de -2.316 millones de 2021; y el margen operativo ajustado ha pasado de -9,9% a ser uno positivo del 4,6%. En todo esto ha contribuido, y mucho, que haya duplicado el número de pasajeros (+118%), hasta 25,846 millones de viajeros, logrando que los ingresos ascendieran a 32.770 millones, casi el doble que el año anterior. No obstante, el gigante aéreo alemán (que agrupa no sólo a la aerolínea que le da nombre, sino también a Eurowings, Swiss International Air Lines, Air Dolomiti, Austrian Airlines, SunExpress o Luxair, entre otras) aún está a distancia de las cifras preCovid de 2019, porque su beneficio operativo es un 34% inferior y los ingresos son un 10% menores.
“En solo un año, hemos logrado un giro financiero sin precedentes (...). La demanda de viajes aéreos sigue siendo alta en 2023”, ha subrayado Spohr, quien por cierto ha sido renovado por el Consejo de Administración por cinco años más, hasta finales de diciembre de 2028, al igual que ha sucedido en el caso del director financiero, Remco Steenbergen (en la imagen superior). El presidente interino del Consejo de Supervisión, Karl-Ludwig Kley, ha indicado que están “encantados” con estas prórrogas, que serán “particularmente importantes para asegurar un futuro exitoso para el grupo”, y además, él mismo afrontará su elección por tres años en la Asamblea General Anual que se celebrará el próximo 9 de mayo, al igual que se propone la de Carsten Knobel, presidente ejecutivo y CEO de Henkel, y la de Karl Gernandt, presidente ejecutivo de Kühne Holding, como consejeros por tres años más.