Lufthansa sigue en pérdidas, pero son notablemente inferiores a las de hace un año. Va por buen camino
Lufthansa levanta el vuelo ligeramente en el segundo trimestre, pues ha reducido un 43% sus pérdidas operativas, hasta 952 millones de euros. Asimismo, y quizá esto es lo más destacado, es que ha logrado su primer flujo de caja positivo desde el inicio de la crisis del Covid-19. Va por buen camino, pasito a paso, y su presidente ejecutivo, Carsten Spohr, ha celebrado que hayan podido “detener la salida de fondos en la fase actual de reactivación de nuestro negocio”.
El grupo aéreo alemán -que agrupa a la aerolínea que le da nombre, así como a Eurowings, Swiss Air, Brussels y Austrian Airlines- ha mejorado entre abril y junio, gracias a unos recortes de costes más rápidos. Eso sí, aunque los ingresos se han elevado un 70%, a 3.200 millones, la cifra se ha quedado algo por debajo de lo esperado (3.300 millones). Además, ha transportado 7 millones de pasajeros en dicho periodo, un 18% de los niveles que tenía antes de la crisis Covid en 2019, pero en junio el número de reservas se duplicó respecto al inicio del trimestre y la capacidad llegó al 40% respecto a la que había en el entorno precrisis.
En junio el número de reservas se duplicó respecto al inicio del segundo trimestre y la capacidad llegó al 40% respecto a la que había en el entorno precrisis
En el conjunto del primer semestre, Lufthansa ha tenido unas pérdidas de 1.805 millones, la mitad que hace un año y de las que 1.000 millones se registraron entre enero y marzo, y las pérdidas operativas se han reducido un 39%, hasta 2.114 millones. Eso sí, los ingresos se han situado en 5.771 millones, siendo un 31% inferiores, y la deuda neta ha aumentado un 22%, hasta 8.930 millones.
En junio, el grupo aéreo alemán expuso sus planes para volver a ser rentable con menos aviones y personal que antes de la pandemia. Dado que prevé una alta demanda de destinos turísticos y la recuperación de los viajes de negocios en el segundo semestre, confirma su objetivo de alcanzar una capacidad del 40% para el conjunto del año y una pérdida significativamente inferior a la de casi 5.500 millones de 2020, que fue el año “más difícil” de su historia.