Telefónica ha vendido, mejor, regalado, Telefónica Perú por menos de 1 millón de euros. ¿Vender una empresa cuando acabas de declararla en suspensión de pagos? No parece una buena idea. 

Seamos francos: en otros sitios puede haber menos disculpa, pero, en Perú, Telefónica se ha enfrentado a una sucesión de Gobierno con una ley de impuestos y penalizaciones abusivas que, sin haber decisión final, disparaba la deuda de forma automática e injusta.

Eso es cierto, ahora bien, se trataba de llegar a un acuerdo con el Gobierno, de racionalizar la situación. Era una operación política, no económica. De esto, es de lo que no ha sido capaz Javier de Paz, el hombre fuerte de la operadora, que tomó Perú como cosa suya e incluso llegó a mezclar en ello al peligroso Jaume Roures, que también son ganas. 

Nuevo traspiés de Javier de Paz que siempre dijo que Perú era cosa suya y hasta llegó a utilizar a Jaume Roures para firmar un acuerdo con el Gobierno de Lima

En resumen, otra hazaña fallida de Javier de Paz. Ahora, encima, presidente de Movistar Plus y dispuesto a compra Prisa y a lanzar una televisión privada en abierto, una verdadera ruina, para dar coba a Pedro Sánchez y dar cobertura profesional y crematística a José Miguel Contreras.  

Más: se vende Telefónica Perú dos semanas después de vender Telefónica Argentina. Es decir, justo cuando Argentina empieza a subir se vende la filial de allí. Es que ahora teníamos oferta... claro, y más y mejor hubiese sido de haber esperado algo más. En cualquier caso, el error del presidente, Marc Murtra, y del CEO, Emilio Gayo, ha consistido en pregonar que van a vender toda Hispanoamérica menos Brasil. Esa es la mejor forma de vender mal.

Además de Brasil no nos vamos... pero la evolución del real sigue siendo un problema. Y si nos vamos a centrar en Europa... pues no lo sé pero tampoco Alemania y Reino Unido marchan como un cohete.  

Con todo, lo más importante es que el Gobierno ha nombrado a Marc Murtra como presidente y no hace más que ponerle zancadillas: que le dejen gestionar y luego podrán juzgarle. Ahora mismo su imagen está en declive, porque no hay nada peor que ocupar un cargo y que te pongan cortapisas a la hora de ejercerlo.