Hemos hablado en Hispanidad que la jibarización de Sacyr se ha acelerado en los últimos trimestres -ha vendido Portugal, Aguas, Servicios…-, y parece que le ha sentado 'bien' a la compañía, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En 2023 obtuvo un beneficio neto de 153 millones de euros, un 39% más que en 2022. 

La compañía continúa con su estrategia hacia las concesiones de infraestructuras. Precisamente, los activos concesionales ya aportan el 93% del resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo, que alcanzó en 2023 los 1.523 millones de euros, un 7% más.

Pero lo más importante ahora mismo en Sacyr no son tanto sus resultados como su reorganización. Desde la compañía lo llaman simplificación, tras la venta de Valoriza Servicios Medioambientales y Sacyr Facilities, adopta una estructura única de compañía con tres líneas de negocio: Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Agua. Antes hablábamos de un holding con tres sociedades independientes. 

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Cambio que también afecta al personal, puesto que los responsables de las divisiones ahora pasan a ser directores generales. Pedro Sigüenza, que era responsable de la división de Ingeniería e Infraestructuras, ahora pasa a director general de Concesiones, y Rafael Gómez del Río, responsable de Concesiones, es el nuevo director general de Ingeniería e Infraestructuras. Por último, Eduardo Campos, antes a la cabeza de de Sacyr Servicios, pasa a ser director general de Agua y Energía. 

Todo lo que hay detrás es la venta y adelgazamiento de la empresa, a esta ‘integración vertical’ en Hispanidad preferimos llamarla jibarización. El Grupo ha pasado de constructora a concesionaria que tiene construcciones, que cada vez son menos. El problema de vender activos es que no se puede repetir la operación y supone, además, reducir el perímetro de la compañía. Este es el escenario que vive actualmente Sacyr.

Y volviendo a los resultados, la compañía recuerda que entre sus principales objetivos de su Plan Estratégico 2021-2025 estaba la drástica reducción de la deuda neta con recurso: "Esta deuda se ha recortado el 51% y ha pasado de los 546 millones de euros de diciembre de 2022 a los 269 millones de cierre de 2023". De nuevo, se ha reducido deuda, no por el aumento de ingresos o beneficio, sino por la venta de distintas áreas de negocio. 

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El primer accionista de Sacyr es la petrolera Disa, del empresario Demetrio Carceller, con un 14,59%; Goldmand Sachs Group (banco de inversión), con el 7,81%; José Manuel Loureda Mantiñán (uno de los fundadores de Sacyr y ex presidente de la compañía), con el 7,34%; Prilou (sociedad de Loureda Mantiñán) (7,2%); el Grupo Fuertes (conglomerado murciano propietario de El Pozo) el 6,458% del total; Nortia Capital (del empresario Manuel Lao, ex propietario de Cirsa) con el 5,11%); Beta Asociados (José del Pilar Moreno Carretero, constructor murciano que llegó a ser el mayor accionista de Sacyr en 2018) con el 5%; Rubric Capital (fondo estadounidense), con el 4,43%; y Dws Investment Gmbh (Deutsche Bank) con el 3,39%.

Pero la empresa la preside Manuel Manrique, aunque quienes tienen la sartén por el mango son Carceller y Loureda. Y la otra cuestión sobre la mesa es cuándo se retirará Manrique, que ya tiene 68 años, todo apunta a que será dentro de dos años, cuando cumpla los 70. El rumor es que en estos dos años se fichará un nuevo Consejero Delegado que será quien suceda a Manrique. Aunque está por ver hasta dónde llegará el proceso de venta de activos, si va a continuar o no, y qué dejará Manrique a su sucesor: una concesionaria en el esqueleto y con los días contados para su venta o fusión con una compañía con futuro. En cualquier caso, a día de hoy, Carceller no se marchará de Sacyr.. 

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