Adebayo Ogunlesi (GIP) y Larry Fink (BlackRock) están dispuestos a vender parte de su participación en Naturgy a Rachid Hachichi (Sonatrach)
Decíamos que en Naturgy se había empezado a enterrar el hacha de guerra entre Criteria Caixa y los fondos CVC y GIP (adquirido por BlackRock), en parte por la caída de la cotización (-17%) desde que se conoció la ruptura del preacuerdo con Taqa el pasado 10 de junio. Una cierta calma en el accionariado que también se ha reflejado algo en la acción: la devaluación desde el 10 de junio ahora es del 12,5%. En este contexto de menos chispazos, como adelantara Hispanidad, ahora los ojos se ponen en Sonatrach: GIP-BlackRock está dispuesto a venderle hasta un 17% del capital de la energética que dirige Francisco Reynés.
Recuerden que el fondo GIP (liderado por Adebayo Ogunlesi y representado en el Consejo de Naturgy por Lucy Chadwick) tenía una participación del 20,6% de la energética, pero al ser comprado por BlackRock (que ya poseía un 0,92%), ha alcanzado el 21,52%. El fondo colonizador del Ibex que tiene a los mandos a Larry Fink no pondrá problemas a Criteria porque no tiene prisa en salir del accionariado y es menos cortoplacista, pero el primer movimiento será reducir su elevada participación al porcentaje habitual con el que está presente en muchas compañías… y que se sitúa, como máximo, en el 5%: de hecho, su representante en España, Luis Megías, ha llegado a señalar que “porcentajes muy grandes en compañías cotizadas es difícil que mantengamos”.
Y para ese primer movimiento, GIP-BlackRock conversa con Sonatrach, que también está presente en el accionariado de Naturgy: en concreto, con un 4,1%. En caso de que las conversaciones lleguen a buen término y GIP-BlackRock decida reducir su participación al 5% y venderle el 16,52% restante, la empresa estatal argelina de hidrocarburos que dirige Rachid Hachichi elevaría su participación en Naturgy y se convertiría en su tercer accionista, con un 20,62%, colocándose sólo por detrás de Criteria (26,7%) y del fondo CVC (20,7% a través de la sociedad Rioja que comparte con los March).
A Sánchez y compañía podría parecerles que hay demasiada influencia de Argelia en nuestro país… y más cuando hace meses que recuperó el primer puesto como suministrador de gas de España y en junio ha aportado 45,2% del suministro de gas… y el 37,3% en el conjunto del primer semestre, por delante de Rusia y de EEUU
En las negociaciones hay aspectos que juegan a favor. Por ejemplo, tanto Naturgy como Sonatrach y BlackRock se conocen mutuamente y desde hace tiempo. Primero, porque la empresa estatal argelina de hidrocarburos no sólo está en el accionario de la energética que dirige Reynés, sino que también es con quien la primera negocia la compra de gas de Argelia. Segundo, porque este ingeniero industrial siempre ha señalado que Sonatrach es “un socio fiable que siempre ha mantenido sus compromisos”. Y tercero, porque las tres citadas son socios en Medgaz, la sociedad que opera el gasoducto entre Argelia y España: Sonatrach controla el 51% y el 49% es propiedad de Naturgy y de BlackRock a partes iguales a través de la sociedad conjunta Medina Partnership.
A pesar de la buena sintonía empresarial, podría haber lío con el intervencionista Gobierno Sánchez por varias razones. Una es que las relaciones entre Moncloa y Argel son, como las fincas en Extremadura, manifiestamente mejorables: es cierto que ya no hay el enfrentamiento ni el enfado de años atrás, cuando el Gobierno decidió cambiar su postura sobre el Sáhara Occidental para contentar a Marruecos y provocó una crisis diplomática; además, desde finales de 2023, Argelia envió a un nuevo embajador a nuestro país, Abdelfetá Daghmun, quien entregó las cartas credenciales al rey Felipe VI el pasado 8 de abril. Una segunda razón es que desde el citado cambio de postura sobre el Sáhara Occidental se ha vuelto un poco más complicado y también más caro la compra de gas argelino y se ha disparado la importación de gas natural licuado (GNL), que cuesta más del doble que el procedente de gasoducto y que se ha convertido en un gran negocio para EEUU e incluso para Rusia tras las sanciones que se impusieron a su gas al invadir Ucrania el 24 de febrero de 2022 e iniciar una guerra que aún no vislumbra acuerdo de paz en el horizonte. Y la tercera es que a Pedro Sánchez y compañía podría parecerles que hay demasiada influencia de Argelia en nuestro país… y más cuando hace meses que recuperó el primer puesto como suministrador de gas de España y en junio ha aportado 45,2% del suministro de gas… y el 37,3% en el conjunto del primer semestre, por delante de Rusia y de EEUU, según el último boletín estadístico publicado por Enagás.