Hace unos meses, decíamos que Nauterra (ya saben, el nuevo nombre de Grupo Calvo, que supone un cambio un tanto absurdo, como el de Catalana Occidente por Occident, porque se le sigue conociendo como Calvo) había gestionado mejor las caras materias primas en 2023, porque había logrado nuevo récord de ventas y más resultado bruto de explotación (ebitda). Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, porque su beneficio neto se ha visto lastrado por los mayores intereses, que casi han duplicado los gastos financieros.

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Así se ha reflejado en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de La Coruña, a las que ha accedido Economía Digital. Tras haber informado hace unos meses de que las ventas han tenido un crecimiento del 3%, hasta alcanzar el récord de 697 millones; y también ha logrado un aumento del volumen de ventas del 1%, a 100.846 toneladas bajo varias marcas (la española Calvo, la italiana Nostromo y la brasileña Gomes da Costa) en 75 países, destacando Brasil, España e Italia; y de un incremento del 7,8% en el ebitda, hasta 55,6 millones; ahora se ha conocido la evolución del beneficio neto, que no ha sido buena. De hecho, ha sido tres veces menor: pasando de 23,8 millones en 2022 (cuando bajó un 16% por la inflación y los mayores costes -del atún, el aceite de oliva, la energía y el precio del combustible, principalmente-) a 7,99 millones en 2023, debido a que los mayores intereses de la deuda casi han duplicado los gastos financieros (que han pasado de 7,64 millones a 14,55 millones). Eso sí, la deuda se ha reducido ligeramente, de 238,8 millones a 213,4 millones, y no hay que olvidar que logró recuperar márgenes al optimizar procesos prodyctos y controló costes sin trasladarlos completamente al consumidor. 

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Recuerden que Nauterra es una multinacional española especializada en conservas de pescado, con sede en Carballo (La Coruña), y está controlada en un 60% por la familia fundadora (la familia Calvo) y en un 40% la compañía italiana Bolton Group desde 2012. Su origen se sitúa en 1940, con la primera fábrica conservera que puso en marcha Luis Calvo Sanz, hijo de un indiano que hizo fortuna en Cuba y al regresar a España transformó la pequeña tienda de ultramarinos que fundó su padre. Luis Calvo se casó con María Dolores Pumpido y tuvieron siete hijos, de los que tres (José Luis, Manuel -fallecido en 2007- y Luciano) han tenido gran relevancia en la historia de la compañía. De hecho, José Luis ocupa el puesto de presidente de honor vitalicio en la actualidad y Luciano es el presidente. Fue en 2007 cuando ascendió la tercera generación de la familia: Mané Calvo García-Benavides, hijo de Manuel, se convirtió en CEO de la conservera y se mantiene en dicho puesto. Ahora con el nombre de Nauterra seguimos hablando de una empresa familiar, donde los Calvo se encargan de la gestión, controlan la mayor parte del capital y ocupan seis de las 10 sillas del Consejo de Administración: Mané; sus tíos Luciano y Dolores; y sus primos Luis Calvo Lema, Luis Ríos Calvo y José Martínez Calvo. Las cuatro sillas restantes del Consejo son para los dominicales que representan a Bolton Group: Salomone Nick Benveniste, Marina Nissim, Raffaele Pompa y Guy Phillippe Noordink.