Jordi Llach, CEO de Nestlé España, tiene que lidiar con un delicado contexto: menor ritmo de ventas y menor beneficio por la inflación, la competencia de la marca blanca y los mayores costes / Foto: Pablo Moreno
Nestlé España se ha atragantado en 2023, sobre todo por la inflación y la fuerte competencia con el auge de la marca blanca (algo que también han notado otras compañías del sector alimentario, como Pascual, Danone, Bimbo y Deoleo, entre otras). De hecho, las ventas han crecido un 4,45%, la mitad de ritmo que en 2022 (cuando subieron un 9,4%), como ya dio a conocer hace unos meses, pero ahora a esto se añade que ha ganado casi un 8%, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
La filial española de la multinacional suiza está dirigida por Jordi Llach y emplea a 4.175 personas en 10 fábricas -Pontecesures (Pontevedra), Sebares y Gijón (Asturias), La Penilla (Cantabria), Miajadas (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz), Girona y Viladrau (Girona), Reus (Tarragona) y Castellbisbal (Barcelona)- y en oficinas. El año pasado lanzó un plan de bajas voluntarias para 120 trabajadores aludiendo a “sobredimensionamiento de su estructura”, que al final se elevó a 158 de las oficinas centrales y los equipos de ventas, y de un centro de distribución en Guadalajara. Al menos, el auge y la fuerte competencia de las marcas de distribución no le ha supuesto medidas más duras o cierres, como sí ha sucedido con Danone (cerró la planta de Parets del Vallès y ha hecho 157 despidos ) o Bimbo -ha echado la persona a su fábrica de El Verger, en Alicante-.
Volvamos a las cifras. Las ventas han crecido un 4,45%, a 2.493 millones de euros en 2023, por los nuevos productos y al aumento de las exportaciones (+8,3%) frente al mercado nacional (+5,3%). Al hilo de esto, hace unos meses, el propio Llach refirió que las exportaciones ya representan el 39% de las ventas de Nestlé España y el 60% de la producción de las 10 plantas de nuestro país. Entre los productos (café, chocolate, lácteos, agua, alimentación infantil, platos preparados, alimentación para mascotas, etc.), el café (bajo las marcas de Nescafé y Nespresso, y un acuerdo para producir cápsulas de Starbucks para el hogar) es el que más ingresos aporta, con 1.219 millones (+5%).
Supone el cuarto ejercicio consecutivo a la baja en resultado por los incrementos de costes y lo complicado que resulta trasladar estos a los precios de venta… y mucho más en un contexto de elevada inflación y de una gran competencia por parte de la marca blanca
Por su parte, el beneficio neto ha tenido una caída de casi un 8%, hasta 85,7 millones. De esta forma, se ha colocado como el más bajo de la última década y supone el cuarto ejercicio consecutivo a la baja. Esto se debe a los incrementos de costes y a lo complicado que resulta trasladar estos a los precios de venta… y mucho más en un contexto de elevada inflación y de una gran competencia por parte de la marca blanca. Una inflación que prevén que se mantenga este año, aunque son moderadamente optimistas sobre el crecimiento de ventas.
Y por si el descenso en resultados no fuera bastante, Nestlé España suma otros atragantamientos en los tribunales. Primero, a raíz del cártel lácteo contra nueve empresas del sector: Nestlé ha decido recurrir ante el Tribunal Supremo la decisión de la Audiencia Nacional de desestimar su recurso contra la resolución de la CNMC, la cual le sancionó con 6,8 millones por compartir información sobre precios con otros competidores. Y segundo, por un tema de salarios: el TS, al igual que la AN, ha dado la razón a los empleados del centro de Guadalajara y ha condenado al gigante suizo de alimentación a pagar la prima de 500 euros a los trabajadores por el Covid.
Al hilo de las cifras de Nestlé España en 2023, le ha ido algo mejor en facturación, pero no en resultado. Su matriz ingresó un 1,5% menos y ganó un 20,9% más.