Netflix ha quedado más bajo lupa esta semana en Francia y Países Bajos debido a sospechas de fraude fiscal. En el entretanto, en España ha estrenado otra serie sobre un atraco bancario, Asalto al Banco Central,… y aspira a repetir el éxito que tuvo con la serie La Casa de Papel.

La plataforma de streaming progre y blasfema ha afrontado los registros de la sede de su filial francesa y de su sede europea, situadas en París y Ámsterdam, respectivamente. Unos registros que se han producido dentro de la investigación preliminar que la Fiscalía Nacional de Finanzas (PNF) gala abrió hace dos años por sospechas de lavado de dinero, fraude fiscal agravado y trabajo oculto en banda organizada. En París, el registro fue acometido por investigadores de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF), en presencia de miembros de la PNF, según confirmaron fuentes judiciales a la agencia AFP; y en Ámsterdam, lo hicieron magistrados e investigadores de Francia y de Países Bajos.

La plataforma de 'streaming', que es líder mundial de dicho negocio, cumple diez de su llegada a Francia, donde entre sus mayores éxitos está la serie 'Lupin', sobre un ladrón de guante blanco 

No es la primera vez que Netflix está bajo lupa por temas fiscales en suelo galo, pues ya afrontó una inspección fiscal los años 2019, 2020 y 2021. Y una vez más, ha referido que “cumplimos con las normas fiscales en todos los países en los que operamos en todo el mundo”.

Este año, la plataforma de streaming, que es líder mundial de dicho negocio, cumple diez de su llegada a Francia, donde entre sus mayores éxitos está la serie Lupin, sobre un ladrón de guante blanco que, inspirándose en las aventuras del personaje de ficción Arsène Lupin, se propone vengar la injusticia sufrida por su padre a manos de una familia rica. En 2025 cumplirá su primera década en Italia, donde en 2022 tuvo que afrontar el pago de más de 55 millones de euros para no ir a un juicio por fraude. Y en España, donde aterrizó en octubre de 2015, también ha tenido alguna investigación por el pago de impuestos, pero sin consecuencias.

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Claro que la plataforma de streaming no es la única multinacional extranjera que se ha puesto bajo lupa por sospechas de fraude fiscal, pues en demasiadas ocasiones aprovechan la localización de sus sedes en países con más ventajas, para pagar menos impuestos. Los registros en sus sedes de París y de Ámsterdam no se han notado en la cotización de Netflix, que ha subido un 4,93% en los últimos cinco días, y ya acumula una revalorización del 68,79% en lo que va de año y del 81,10% en los últimos doce meses.

Tras las alegrías por los resultados de los nueve meses y la nueva subida de precios en España, seguro que en Netflix no les han gustado tanto los registros de sus sedes en París y en Ámsterdam ni tampoco la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU

Hasta septiembre, Netflix creció en suscriptores y resultados… y para celebrarlo volvió a subir los precios en España, al tiempo que mantiene la apuesta por la ideología woke (ahora con indígenas y un tercer sexo en la serie mexicana El secreto del río). Más alegrías para su cúpula directiva, donde los últimos cambios se dieron el 19 de enero de 2023: su cofundador (junto a Marc Randolph) y activista woke Reed Hastings decidió pasar a presidente ejecutivo y nombrar a dos CEOs que le ayudaran a gestionar el día a día: Ted Sarandos, con el que hasta ese momento y desde julio de 2020 Hastings había compartido el cargo de CEO; y Greg Peters, quien desde julio de 2020 era director de Operaciones.

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Tras los resultados de los nueve meses y la nueva subida de precios en España, seguro que en Netflix no les han gustado tanto los registros de sus sedes en París y en Ámsterdam ni tampoco la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU. Y por cierto, en tema de contenidos, en España acaba de estrenar la serie Asalto al Banco Central, inspirada en un hecho real que ocurrió en Barcelona el 23 de mayo de 1981,… y con la que aspira a repetir el éxito que tuvo con La Casa de Papel, que trataba sobre un gran asalto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Y por cierto, al hilo de La Casa de Papel, Netflix sigue dando trabajo a una de sus actrices, Itziar Ituño, a pesar de las polémicas que ha provocado por su apoyo a los presos etarras y por defender su excarcelación. Ituño forma parte del reparto de la serie El cuco de cristal (una adaptación de la novela de Javier Castillo) que se está rodando actualmente en el municipio de Béjar (Salamanca). No olviden que Netflix también ha contribuido al blanqueamiento de la banda terrorista ETA al incluir en su catálogo No me llame Ternera (documental de Jordi Évole donde entrevista al etarra Josu Ternera).