Nissan, como Toyota, ha notado el encarecimiento de las materias primas en su último ejercicio fiscal (abril 2022 a marzo 2023). Y es que sólo ha ganado un 3% más que en el ejercicio anterior, pese a mejorar la rentabilidad de ventas.

El fabricante automovilístico japonés con sede en Yokohama ha tenido un beneficio neto de 1.509 millones de euros (+3%); ha disparado su beneficio operativo un 52%, a 2.564 millones; y sus ingresos un 25,8%, a 72.090 millones. Y todo ello, vendiendo 3,38 millones de coches (-0,7%), gracias a la “continua mejora de la calidad de las ventas y de su rentabilidad”, ha explicado su director de operaciones, Ashwani Gupta, y también a la debilidad del yen, en un entorno desafiante por la inflación de materias primas y los problemas en la cadena de suministros (que incluye la escasez de chips).

Hace unos meses dejó todos sus negocios en Rusia y ahora prevé seguir aumentando las ventas de vehículos electrificados, así como seguir mejorando la rentabilidad. Además, es bastante optimista en sus pronósticos para el presente ejercicio fiscal (aumentos del 42% y el 38% para el beneficio neto y el operativo, e ingresar un 17% más), aunque su presidente y CEO, Makoto Uchida, cree que el entorno será “incluso más complejo”.