Florentino Pérez y los Benetton -en la imagen, Alessandro- firmaron la paz, pero los italianos no perdonan
Decíamos el pasado mes de mayo que, aparentemente, Florentino se rendía y pactaba con los Benetton. Así Abertis remitía un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde nombraba como nuevo consejero al hombre fuerte de Blackstone en España, Claudio Boada, y convocaba una junta extraordinaria para el próximo 28 de junio. Además del nombramiento de Boada, en la junta se aprobará la extensión del número de miembros de los cinco actuales a nueve, de los cuales 5 serán nombrados por los italianos, y 4 por ACS. De momento, la composición del consejo es: por parte de ACS, Marcelino Fernández Verdes y Pedro José López Jiménez, y de Atlantia, Claudio Boada y Carlo Bertazzo, y el Consejero Delegado Pepe Aljaro.
Recordemos que Abertis Holding -que se compone de un 50% menos una acción propiedad de ACS (Florentino Pérez) y un 50% más una acción de Atlantia (Benetton) - es propietaria del 99,3% de Abertis, grupo líder en gestión de autopistas de peaje e infraestructuras. De la participación de ACS, Hochtief, filial germana de ACS, cuenta con el 20% del capital menos una acción.
Este movimiento suponía la paz en la guerra de OPAS por el control de Abertis y Atlantia entre los Benetton y Florentino. Y ahora parece que comienza una nueva etapa, donde Abertis busca hacerse fuerte en el mercado de concesiones de EEUU. Abertis se lanzará a pujar el 66,6% de la autopista de peaje Chicago Skyway en una subasta pública que preparan los fondos de pensiones canadienses CPPIB (Canada Pension Plan Investment Board) y Omers para vender sus acciones en la infraestructura. Cada uno de los fondos ostenta el 33,3% de las acciones, y se calcula que la operación tiene un valor superior a los 2.500 millones de euros.
La recuperación de la movilidad, el levantamiento de restricciones y la vuelta al uso de las autopistas, disparaba el beneficio neto de Abertis hasta los 98 millones de euros en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, los ingresos obtenidos en los tres primeros meses del ejercicio ascendieron a 1.126 millones, lo que se traduce en una subida del 5% interanual. Cuenta con una posición de liquidez de 9.100 millones de euros, de los que 4.800 millones están en caja. Esta última cifra incluye los 1.070 millones cobrados en febrero del Estado español por la compensación de la AP-7. Otros 4.300 millones responden a líneas de crédito aún no dispuestas. Esta buena situación fiscal permite a Abertis llevar a cabo la operación.