La patronal de asociaciones de concesionarios oficiales de nuestro país, Faconauto, ha pedido menos límites, más incentivos y cambios fiscales a los partidos políticos de cara a las elecciones generales del 23-J. Y es que considera que esos aspectos son clave para renovar y descarbonizar el parque automovilístico español, y cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que se está revistando y de la Unión Europea.  

Faconauto hace sus propuestas electorales para el 23-J

 

Tras enviar propuestas a los partidos y pedirles que incluyan políticas para acelerar la descarbonización de la movilidad en sus programas, la nueva presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, que cogió el testigo de Gerardo Pérez hace poco más de una semana, ha señalado que espera que de las urnas salga “un Gobierno valiente”. Y es que aunque había “una diagnosis detallada y propuestas de medidas concretas, lo que nos ha fallado es la puesta en marcha” por parte del Ejecutivo. 

Faconauto pide prorrogar el Plan Moves, así como un Plan de Descarbonización que sea “un PIVE sin complejos” y que se inspira en el PIVE gallego que se lanzó estando el pepero Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta de Galicia; y un Plan Renove Social para rentas inferiores a los 25.000 euros

Todo ello, en un sector que ha vivido una legislatura marcada por “una crisis de 360 grados: la pandemia del Covid, la guerra de Ucrania ha aumentado los precios de materiales, la inflación, el viraje de la transición ecológica, la crisis de chips, etc.”. De hecho, es “el sector que más tarde ha salido de la pandemia entre los considerados estratégicos” y aunque estamos “en crecimientos importantes de matriculaciones, aún son inferiores a las de 2019”. Además, también les preocupan los bajos niveles de ventas de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables - tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-), que sólo representan un 11,04% de cuota de mercado; y el aumento del envejecimiento del parque automovilístico, que ha pasado de una edad media de 12,6 años a 13,9.

Marta Blázquez, presidenta de Faconauto

 

Para que el sector automovilístico español no se quede rezagado, Blázquez pide “menos limitación y más incentivación”, así como la creación de un grupo de coordinación que dependa de Moncloa y en el que estén las patronales del sector y de las energéticas, que sea “muy eficaz, técnico y reducido”. Entre las medidas concretas, está la prórroga del Plan Moves al periodo 2024-2027, con una dotación de 600 millones de euros anuales, descuento directo en la factura y trámites más ágiles; y un mayor despliegue de puntos de recarga públicos y privados “de acceso público” incluyendo un mapa y una solo aplicación que permita la reserva y el pago.

“Si no hay un cambio fiscal, no se conseguirán los objetivos”, avisa Blázquez. Y solicitan, por ejemplo: bonificación o deducción en el IVA, exención del IRPF en las ayudas públicas, y deducción del 10% en el Impuesto de Sociedades para empresas que hagan inversiones en descarbonizar sus flotas

Raúl Morales, Marta Blázquez y José Ignacio Moya, director de Comunicación, presidenta y director de Asuntos Públicos y Jurídicos de Faconauto, respectivamente

 

Desde Faconauto también se solicita un Plan de Descarbonización, “un PIVE sin complejos” para renovar el parque, incluyendo “motores térmicos, biocombustibles, combustibles sintéticos para reducir emisiones”, y achatarrar 400.000 vehículos. Al no poder recibir dinero de los fondos europeos Next Generation, se pide que se haga con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), con una partida de 1.100 millones de euros que el sector del automóvil aumentaría en hasta 400 millones, para ayudar a comprar coches de bajas emisiones. Un plan que se inspira en el PIVE gallego que se lanzó estando el pepero Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta de Galicia, aunque Blázquez también ha destacado los de Madrid y Murcia. También se pide un Plan Renove Social del que se beneficiarían las rentas inferiores a 25.000 euros, que conllevaría ayudas de hasta 1.500 euros para achatarrar 130.000 coches; así como un plan PIVE para vehículos industriales.

Y entre las peticiones no falta la fiscalidad, porque “si no hay un cambio fiscal, no se conseguirán los objetivos”, ha avisado Blázquez. En este sentido, se recoge, entre otros: una bonificación o deducción en el IVA (la cual ya ha anunciado Pedro Sánchez), exención del IRPF en las ayudas públicas, deducción del 10% en el Impuesto de Sociedades para empresas que hagan inversiones en descarbonizar sus flotas, así como redefinir el Impuesto de Matriculación y el de Circulación.