Lo lógico es que Joseba Aurrekoetxea abandone su cargo como tesorero del PNV, tras la salida del Euskadi Buru Batzar (EBB) de Andoni Ortuzar y su sorpresiva sustitución por Aitor Esteban como mandamás del Partido Nacionalista Vasco... ¿o no?

Porque Joseba Aurrekoetxea ha sido tesorero del partido, con muchos dirigentes distintos, pieza clave en el PNV, el hombre que no salía en los papeles pero que negociaba leyes con Moncloa, con idéntico protagonismo, aunque muchísimo más discreto, que el mismísimo portavoz parlamentario de los nacionalistas en el Congreso, Aitor Esteban, ahora presidente. Un Aitor que opera como patriarca vasco, interlocutor permanente con Rajoy, a quien traicionó, y con Sánchez, de quien ha sido un fiel seguidor... hasta el punto de que nunca se había visto a Sánchez tan generoso en los elogios con un adversario, como lo fue el pasado miércoles 26, última sesión de control del líder del PNV, el presidente monclovita con Estaban. Pero tras el brillo público de Aitor figuraba el discreto Joseba.

Aurrekoetxea, apellido castellano, naturalmente, es un buen amigo de un tal Luis de Guindos, subgobernador (vale, vicepresidente), del Banco Central Europeo (BCE), del que apenas se habla y resulta que es uno de los hombres clave para que la desastrosa, -si, desastrosa- OPA del BBVA sobre el Sabadell salga adelante. Es más, es uno de los responsables de que la OPA de Torres, insisto, no se ha podido hacer peor en fondo y forma, siga adelante.

Estamos ante una OPA desastrosa donde todo se ha hecho mal. Sin embargo, la irracionalidad del mercado lleva a Torres al suicidio y la veleidad del Gobierno, siempre dispuesto a contentar al PNV, también. ¿Y la oposición de Puigdemont? Ese cambia de opinión en horas. Otra cosa es Illa

Y por cierto, el PNV se ha puesto de perfil en el caso Villarejo, no por casualidad Torres solo le gusta a Ortuzar. La postura del PNV es que la OPA salga adelante y, a renglón seguido, eliminar a Torres y recuperar 'nuestro' BBVA. Es difícil, sí, pero no imposible. Sánchez, desde luego, presunto opositor a la OPA del BBVA, cambiará de opinión si necesita a los cinco diputados del banco vasco para mantenerse en el poder... y mantendrá su postura si Junts y, atención, Salvador Illa, le piden que un grupo con sede en Bilbao no se coma a otro con sede en Sabadell.

En el entretanto, Carlos Torres continúa su lenta marcha hacia el cadalso. Todo el mundo lo ve menos él. Para entendernos: la OPA sobre el Sabadell no es el final, es el principio de los dolores. Y el final es meridiano: Carlos Torres tendrá que abandonar la Presidencia de BBVA, gane o pierda.

Si pierde la OPA, tendrá que abandonar la Presidencia del BBVA por razones obvias. Si la gana, también. Antes, para ganarla tendrá que mejorar la oferta y se quedará sin fuelle para la dolorosa digestión de Banc Sabadell... y con una firma con dos marcas distintas: una locura.

Y cuando Torres tire la toalla, el nuevo PNV de Aitor Esteban ya tiene preparado, no uno, sino dos sustitutos: José Ignacio Goirigolzarri y Laura Abasolo. El BBVA volvería a ser 'nuestro'. Y el BCE no lo duden, aplaudirá

Para entendernos: estamos ante una OPA desastrosa donde todo se ha hecho mal, en fondo y forma. Sin embargo, la irracionalidad del mercado lleva a Torres al suicidio y la veleidad del Gobierno, siempre dispuesto a contentar al PNV, también. ¿Y la oposición de Puigdemont? Ese cambia de opinión en horas. Otra cosa es Salvador Illa. Pero no lo duden: Illa, el moderado Illa, es otro Sánchez: sus opiniones empresariales son opiniones políticas. Es decir, no tomará postura para poder cambiar de postura según sople el aire. Por el momento no le gusta la OPA: claro, no va a hacerse pro-vasco, pero...

Y para cuando Torres tire la toalla, el nuevo PNV de Aitor Esteban ya tiene preparado, no uno, sino dos sustitutos: José Ignacio Goirigolzarri, expresidente de Caixabank y ex Ceo del propio BBVA y Laura Abasolo, la número tres de Telefónica, por quien ahora apuesta el PNV, sea para que permanezca en su cargo en la operadora, sea para que opte a la Presidencia del BBVA. La esposa de Antón Arriola, presidente de Kutxabank, es otra candidata aunque, naturalmente, su opción presenta menos experiencia bancaria que la de Goirigolzarri.

El BBVA volvería a ser 'nuestro', gritan los más entusiastas del PNV. Y el BCE, no lo duden, aplaudirá. Y como siempre que se trata del nacionalismo vasco, una precaución: la gente del PNV no tarda mucho en pasar de la euforia al fatalismo.

En cualquier caso, lo cierto es que Carlos Torres lo tendrá difícil, tanto si pierde la desgraciada OPA como si la gana.