Siemens Gamesa, bajo la batuta de Jochen Eickholt desde el pasado 1 de marzo, insiste en burlarse de los accionistas minoritarios
Siemens Gamesa lleva meses en crisis, al igual que otros fabricantes de aerogeneradores (como Vestas y Nordex), lo que ha lastrado los números de sus principales propietarios: los alemanes de Siemens Energy, y por ende, los de Siemens. Pero no quieren seguir perdiendo, sino ganar y por eso el pasado mayo lanzaron una opa por el 32,93% del fabricante de aerogeneradores que no controlan, que ha sido autorizada por la CNMV y que conllevará una posterior exclusión de bolsa. Una vez más, los alemanes ganan y los minoritarios pierden, porque ya no está Iberdrola para ‘defenderles’ ni tampoco lo hará BlackRock ni otros fondos y bancos extranjeros.
Recuerden que Siemens Gamesa surgió como ingeniería en 1976 y poco a poco se fue especializando en nuevas tecnologías, decantándose al final por la energía eólica, en concreto, por el desarrollo de aerogeneradores; y se estrenó en bolsa el 31 de octubre del año 2000. En 2017 acabó siendo controlada por los alemanes y años después, en febrero de 2020 Iberdrola vendió su 8% en un buen momento, olvidando a los minoritarios que en su día decía defender Ignacio S. Galán, presidente de la eléctrica. Estos minoritarios exigieron el mismo trato que recibió Iberdrola (20 euros por acción) o amenazaban con acciones legales,... pero no obtuvieron su propósito.
La opa de Siemens Energy incluye una posterior exclusión de bolsa si alcanza al menos el 75% del capital, pero ojo, también supone más deuda: los alemanes han pedido un préstamo de 4.000 millones a JP Morgan y Bank of America
El pasado mayo empezó a fraguarse una nueva burla contra los minoritarios: Siemens Energy confirmó que estudiaba una opa sobre Siemens Gamesa, disparando la acción, y la presentó unos días después a un precio de 18,05 euros por acción. La CNMV admitió a trámite dicha oferta el pasado 16 de junio y la autorizó a principios de noviembre, teniendo en cuenta que incluye una posterior exclusión de bolsa si alcanza al menos el 75% del capital, pero ojo, porque la citada OPA también supone más deuda (ha pedido un préstamo de 4.000 millones de euros a JP Morgan y Bank of America) y el plazo de aceptación termina el próximo 13 de diciembre. En estos momentos, Siemens Energy es dueño del 67,07% del capital, seguido de: BlackRock, el fondo colonizador del Ibex 35, con un 3,216%; y un 30% de capital flotante. Entre este último porcentaje hay varios fondos de inversión, bancos extranjeros, el Estado francés y minoritarios: el fondo noruego de pensiones (Norges Bank), con un 1,751%; el grupo bancario francés BCPE, participado por el Estado galo y fruto de la fusión de dos grandes cooperativas de crédito -Caisses d’Espargne y Banque Populaire-, con un 1,026%; y el banco británico Barclays, con un 0,087%.
Y entre los minoritarios está FourWorld Capital Management (FWC), dueño del 0,7%, que recurrirá ante la Justicia la citada OPA a través de un recurso contencioso-administrador, según fuentes del fondo estadounidense han referido a Europa Press. ¿El motivo? Consideran que el precio no es equitativo y no cumple con los requisitos exigidos en la normativa. FWC se ha quejado no sólo ante el fabricante de aerogeneradores sino también ante la CNMV antes de plantearse acudir a la Justicia, porque considera que se ofrecían a los accionistas “dos opciones altamente cuestionables, por un lado, vender sus acciones a un precio que no es equitativo ni se corresponde al valor de la sociedad; o bien, quedarse encerrados en una sociedad no cotizada con la consiguiente pérdida de liquidez de sus títulos”. Sin embargo, viendo los antecedentes de 2017, el panorama actual y el mínimo porcentaje que controla FWC, no parece que vaya a ganar a los alemanes. Además, hay que tener en cuenta que no sólo los minoritarios están viéndose afectados, sino también los trabajadores por los ajustes: Siemens Gamesa ha cerrado tres plantas en España, ha hecho despidos, se ha puesto a vender activos (en proyectos eólicos en desarrollo y dos filiales), ha realizado varias rebajas de previsiones y ha acabado presentando unas pérdidas récord de 940 millones de euros en su último ejercicio fiscal (octubre 2021 a septiembre 2022). Claro que todo esto no ha afectado a sus CEOs: los alemanes Andreas Nauen y Jochen Eickholt cobraron casi 4 millones conjuntamente.