Renfe ya afronta la competencia, tanto con su AVE normal como con su 'low cost' (Avlo), de franceses (Ouigo) e hispano-italianos (Iryo)
Ouigo, Avlo... y ahora Iryo. No, no estamos hablando de un trabalenguas, aunque lo puede parecer, sino de las nuevas marcas de trenes de alta velocidad que tendrá España a finales de 2022. Y ojo, porque nuestro país vuelve a demostrar ridículo en la liberalización ferroviaria, mientras Francia pone resistencia a la entrada de Renfe en su territorio.
Vayamos por partes. La liberalización ferroviaria en el transporte de viajeros, concretamente en la alta velocidad, dio el pistoletazo de salida en nuestro país a mediados de diciembre de 2020 en línea con el mandato europeo. Recuerden que el pasado 8 de mayo se inauguró Ouigo, el AVE low cost del operador francés SNCF, que empezó a operar en el corredor Madrid-Barcelona y lo hizo mucho antes del propio AVE low cost de Renfe, que arrancó el pasado 23 de junio en esa misma ruta que también sigue operando con la alta velocidad normal y a la que sumará en low cost la de Madrid-Valencia en las próximas Fallas.
Renfe aún no coge alta velocidad tras el impacto del Covid y tardará años en recuperar el beneficio de 2019, porque ha perdido 278 millones hasta septiembre y cerrará el año en -348 millones
Ahora se ha conocido que Ilsa (empresa italo-española participada en un 55% por los fundadores de la aerolínea valenciana Air Nostrum y en un 45% por el operador público ferroviario italiano, Trenitalia) arrancará sus viajes en el último trimestre de 2022. Lo hará bajo el nombre comercial de Iryo y no serán trenes de bajo coste, que recorrerán los tres principales corredores de alta velocidad, uniendo Madrid con Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Córdoba, Valencia y Alicante. Ilsa ha anunciado que creará unos 2.600 empleos (directos e indirectos) y el pasado verano anunció la compra al fabricante japonés Hitachi y Bombardier (propiedad del francés Alstom, que también tiene plantas en España, ¡menos mal!) de 23 trenes por 797 millones de euros.
Ante este escenario, conviene destacar el ridículo de España en la liberalización ferroviaria, mientras Francia pone resistencia a la entrada de Renfe. Por ello, nuestro país exigirá a Bruselas igualdad de trato respecto a la liberalización, según informa La Razón, pues el operador ferroviario español lleva años intentando entrar en el país vecino. De hecho, su presidente, Isaías Táboas, duda de que en Bruselas estén apoyando y apretando para que otros países abran sus mercados y cree que las resistencias de otros países son “mucho más fuertes” ante la llegada de competidores que las qque pone España. Y ojo, porque Ouigo ya ha arrebatado una cuota de viajeros del 30% en agosto y septiembre a Renfe, que busca crecer en internacionalización para compensar el descenso de ingresos: el AVE entre Houston y Dallas, en EEUU; o la compra del 50% de la checa Leo Express; pero también quiere operar en Francia dos líneas de alta velocidad (entre Lyon y las ciudades de Montpellier y Marsella). Y todo esto mientras Renfe aún no coge alta velocidad tras el impacto del Covid y tardará años en recuperar el beneficio de 2019, porque ha perdido 278 millones hasta septiembre y cerrará el año en -348 millones.