Federico Pareja y Hélène Valenzuela celebran la llegada de Ouigo a Alicante, su tercera ruta tras Barcelona y Valencia
Decíamos que España sigue ‘haciendo el primo’ en materia ferroviaria: Ouigo , el AVE ‘low cost’ que controla el operador ferroviario francés SNCF, ya conecta Madrid y Alicante, con parada en Albacete, y en el segundo semestre llegará a Málaga y Sevilla, con parada en Córdoba; al tiempo que el italo-español Iryo ya viaja a Andalucía; mientras Renfe aún no llega a Francia e Italia. La llegada de Ouigo a Alicante supone “un nuevo jalón del proceso de liberalización ferroviaria que se inició en mayo de 2021”, ha señalado su directora general, Hélène Valenzuela, y se ha vuelto a quejar de los elevados cánones que se pagan a Adif.
Valenzuela ha referido que desde que comenzaron a operar hace casi dos ya han transportado a 5 millones de pasajeros, y ahora “los trenes de doble altura de Ouigo ya están en Alicante, repletos de ilusión y con la firme disposición de poner a disposición de los alicantinos una alta velocidad de calidad”. Eso sí, en el viaje inaugural con autoridades y periodistas, la Wifi no se ha caracterizado precisamente por tener buena conexión y ha fallado en más de una ocasión, así como la cobertura en las llamadas telefónicas.
Entre los beneficios de la liberalización ferroviaria, Valenzuela ha destacado que está el de impulsar la descarbonización de la movilidad porque el tren se tiene que convertir en el medio de transporte preferido y también la democratización porque “los trenes se han llenado de perfiles que antes no podían acceder (familias, autónomos, estudiantes…)”, convirtiendo la alta velocidad en “un lujo al alcance de todos, desde nueve euros”. “Muchos trenes no pasan dos veces, no dejen pasar el del crecimiento y el desarrollo que trae Ouigo”, ha añadido.
“Siempre miramos todas oportunidades de mercado”, ha afirmado Federico Pareja, responsable comercial y de marketing de Ouigo. Por ahora, la prioridad es “seguir desarrollándonos dentro de los ejes liberalizados en España”, pero actualmente tiene bastante complicado llegar al norte (Galicia o País Vasco), porque allí operan en redes donde los trenes necesitan 3.000 voltios más y hay ancho ibérico, mientras que Ouigo opera en ancho internacional. Y de cara a la futura liberalización de cercanías y regionales que se acometerá dentro de diez años, en Ouigo “ni estamos mirando”, ha respondido Valenzuela, pues aún no se sabe cómo se hará, aunque están atentos a las oportunidades de mercado que surjan en cualquier sitio.
La directora general de Ouigo se ha quejado de los altos precios de energía y que el ferrocarril, uno de los principales consumidores de electricidad en nuestro país, no ha tenido las mismas ayudas que otros sectores electrointensivos. Asimismo, se ha vuelto a quejar de los elevados cánones que se pagan a Adif por varias razones: cuando decidieron entrar a competir con Renfe el precio de la luz era de 60 euros por megavatio hora, pero se ha multiplicado por cinco, el Covid retrasó los planes, la inflación, la subida de los tipos de interés, el encarecimiento de las hipotecas, etc. Por ello, pide que se aplique la directiva europea, que recoge que se pueden trasladar todos los costes sí se ha hecho un test de mercado y el mercado los puede absorber. “Queremos que se aplique la directiva europea y se mire en cada mercado lo que se puede hacer”, ha añadido.
Por su parte, la secretaria general de Transportes y Movilidad, María José Rallo, ha afirmado que “es un día de celebración, gracias a los nuevos servicios” y que contribuirán a “sacar más gente del vehículo privado, con una forma de transporte muy cómoda, limpia y descarbonizada”. Eso sí, ha presumido del proceso de liberalización ferroviaria y ha hecho un balance positivo porque permitió que la alta velocidad “fuera más asequible y más servicios”, y que no se debe confundir low cost con baja calidad. Claro que no ha aludido a la reciprocidad en materia ferroviaria, como hace unos meses sí hizo la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.