A Pedro Ferrer le gusta la apuesta por el prosecco en Freixenet, que antes tenía como productos estrella al cava y al champán
Pedro Ferrer Noguer ha presumido del éxito del prosecco (un vino espumoso italiano), frente al estancamiento del cava, en un desayuno informativo de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Al mismo tiempo, el vicepresidente y CEO del Grupo Freixenet ha destacado que mantienen la calidad.
Ferrer Noguer ha señalado que “el prosecco ha sido un éxito enorme que los italianos no se esperaban”, pues han pasado de vender 100 millones de botellas en el año 2010 a 500 millones, mientras que el cava se ha mantenido en 250 millones de botellas. “El prosecco nos abre mercados, está rejuveneciendo la categoría y está cambiando hábitos de consumo”, ha explicado, pues “el cava y el champán eran demasiado y más para celebrar algo” mientras el prosecco se puede tomar en el aperitivo. Eso sí, “no vamos a abandonar nada”. Además, ha referido que “Freixenet es la marca número uno en Suiza y Reino Unido, y la dos en Alemania, y eso no se consigue a base de no hacer calidad”.
Subraya que “Freixenet es la marca número uno en Suiza y Reino Unido, y la dos en Alemania, y eso no se consigue a base de no hacer calidad
El vicepresidente y CEO del Grupo Freixenet también ha tenido palabras para el primer accionista: Henkell, la filial vinícola del gigante alemán Dr. Oetker, compró el 50,7% del capital en 2018: “Es un socio industrial y una familia (Oetker -ocho hermanos que se han escindido en dos empresas, quedándose cinco en una y tres en otra-) con total visión de continuidad, que está para quedarse en el medio y en el largo plazo”. Pero no sólo eso, también ha aplaudido a su grupo por elegir a los alemanes, porque “muchas empresas acaban en manos de fondos, que están cuatro o cinco años, lo que genera una presión en la gestión que no es positiva y una falta de estabilidad”. Eso sí, debería recordar que los alemanes entraron por las divisiones en la familia Ferrer: vendieron sus participaciones la rama Hevia Ferrer y tres de los cuatro hermanos Bonet Ferrer (21,7%) -Pilar, Pedro y Eudald-, mientras que se quedaron los Ferrer Noguer y José Luis Bonet (actual presidente de honor del grupo, cargo que comparte con José Ferrer Sala). Además, Pedro Ferrer Noguer no ocupa el cargo de CEO en solitario, sino junto al alemán Andreas Brokemper.
Pedro Ferrer Noguer ha referido que “la gran ventaja de una empresa familiar es que tiene visión a largo plazo y no tiene presión de resultados tan inmediata como otro tipo de empresas”. Claro que también considera que hay inconvenientes, porque “si estás ganando dinero todo es estupendo, pero cuando no lo ganas todo son problemas”. Por tanto, cree que “el peor error que puede tener una empresa familiar es no mirar lo suficiente la rentabilidad”. En el caso de Freixenet, también ha mencionado la expansión internacional en el mercado asiático, subrayando que en Japón (con socios locales como Suntory y Mitsubishi,) han tenido un gran éxito, mientras que China es la asignatura pendiente.