El español Ramón Laguarta lleva 26 años trabajando en Pepsico, donde ha ocupado distintos cargos y ahora es su máximo jefe: presidente y CEO
PepsiCo ha cogido los libros de Coca-Cola, tristemente. Y es que ha planteado un ERE en España que afectará a entre 530 y 550 empleados (o sea, al 20-21% de su plantilla, que en total asciende a unas 2.600 personas) por causas organizativas y productivas... pese a buenos resultados. Y aunque oficialmente aún no se ha presentado dicho expediente sí se ha constituido la Mesa de Diálogo y se recogen las cifras del ajuste, como ha informado el sindicato CCOO.
La filial española de la multinacional de refrescos y aperitivos que dirige el español Ramón Laguarta ha aludido a causas organizativas y productivas para plantear dicho ERE, con el que busca negociar la transformación que quiere llevar a cabo la compañía, según CCOO. Unos despidos que afectarán a todas las áreas de PepsiCo en nuestro país, principalmente a la de ventas (250-260), seguida de oficinas (120 salidas en las de Barcelona, Madrid y Vitoria), y que también se notará, aunque mucho menos, en las fábricas: 40 en Burgos, 15 en Echávarri (Vitoria) y 10 en Murcia.
El pasado mayo, Iker Ganuza, director general de PepsiCo España, señaló que España es un “mercado piloto” de la multinacional para probar nuevos productos e iniciativas, siendo una referencia dentro de la misma y “uno de los top 20 mercados
Recuerden que en 2014, Coca-Cola Iberian Partners (que agrupaba a los antiguos siete embotelladores del famoso refresco en nuestro país y que hoy está dentro de la ‘megaembotelladora’ europacífica CCEP que preside Sol Daurella) anunció un ERE que supuso 821 despidos y el cierre de las plantas de Colloto (Asturias), Alicante, Palma de Mallorca y Fuenlabrada -este último abrió un largo conflicto laboral que se cerró en noviembre de 2018 vía prejubilaciones-. En octubre de 2020, anunció el cierre de la fábrica de Málaga, llegando a un acuerdo con 78 trabajadores fijos vía prejubilaciones, indemnizaciones o recolocaciones en la fábrica de La Rinconada (Sevilla); y empezó 2021 lanzando un nuevo ERE para 360 empleados de las áreas de comercial, atención al cliente e informática vía prejubilaciones y bajas incentivadas.
Ahora PepsiCo imita a su principal rival en refrescos y anuncia despidos en nuestro país, a pesar de que sus ventas aquí en 2021 fueron un 10% superiores a las del año anterior. Eso sí, aún le quedaba terreno para recuperar el nivel preCovid de 2019: en concreto un 17%. Claro que a nivel global, le va bastante bien, a la vista de sus últimos resultados: ha ganado 8.675,78 millones de euros entre enero y septiembre de este año, un 33% más que en el mismo periodo de 2021, y ha tenido una facturación de casi unos 60.371 millones (+8%), por la subida de precios. Asimismo, se ha situado por encima de The Coca-Cola Company y ha elevado previsiones anuales, aunque ha avisado que le afectará el cambio de divisa.
La historia de PepsiCo en nuestro país se remonta a los años 50 con la introducción de la marca de refrescos Pepsi, a la que siguió la compra del fabricante de aperitivos Matutano en 1971, la marca de refrescos Kas en 1992 y la empresa murciana de gazpacho Alvalle en 1999. Actualmente, según su página web, tiene una plantilla de 2.600 empleados en España, donde cuenta con tres plantas de producción, tres centros logísticos, más de 80 centros de distribución y oficinas en tres ciudades (Barcelona, Madrid y Vitoria). Conviene destacar que el pasado enero, por décimosexto año consecutivo, PepsiCo España logró certificarse como compañía ‘Top Employer’, y de hecho, se situó como la tercera mejor empresa de entre 87 donde trabajar en nuestro país, como informó PR Noticias. Además, el pasado mayo, Iker Ganuza, director general de PepsiCo España, en una entrevista a Efe recogida por Expansión, señaló que nuestro país es un “mercado piloto” de la multinacional para probar nuevos productos e iniciativas, siendo una referencia dentro de la misma y “uno de los top 20 mercados”. Pues vaya forma tiene PepsiCo de premiar dicha referencia (vía despidos), mal camino.