Las petroleras mundiales se recuperan del batacazo del Covid y de la salida de Rusia, pero ahora notan el abaratamiento de las materias primas y el descenso de la cotización del Brent
Las petroleras se mueven a la baja en bolsa por el descenso en la cotización del barril de Brent hasta los 79 dólares, lo que desdibuja en gran parte el aumento que vivió tras el recorte de producción de la OPEP+ anunciado hace casi un mes, según han explicado los analistas del Banco Sabadell. Este contexto se está dejando notar en las cotizaciones de las compañías del sector (Repsol, TotalEnergies, Eni, BP, ExxonMobil y Chevron, entre ellas) que están presentando sus resultados del primer trimestre y pese a crecer en beneficios, no reciben aplauso bursátil.
BP ha vuelto a números negros, tras las pérdidas del primer trimestre de 2022 y del conjunto del año pasado (las cuales se debieron fundamentalmente a su salida de Rusia): ha logrado un beneficio neto atribuible de unos 7.475 millones de euros entre enero y marzo. Asimismo, los ingresos han crecido un 11,2%, a 51.802 millones, y ha reducido su deuda neta un 22,7%, a 19.313 millones. “Este ha sido un trimestre de desempeño sólido entrega estratégica a medida que continuamos enfocándonos en operaciones seguras y confiables”, ha señalado su consejero delegado, Bernard Looney. Sin embargo, el resultado subyacente ajustado por costes de reposición de la petrolera británica ha bajado un 20,5% a 4.514 millones por unos precios del petróleo menores a los de hace un año. Además, cabe referir que tiene más de 700 estaciones de servicio en España y que mantiene algunos descuentos, tras el fin de la bonificación del Gobierno, aunque son algo inferiores a los que había antes.
ExxonMobil logra el mayor beneficio neto de su historia en un primer trimestre y señala que el nuevo impuesto de la UE a los beneficios extraordinarios de las petroleras “desalentará la inversión
ExxonMobil ha obtenido un beneficio neto atribuido récord de 10.357 millones de euros entre enero y marzo, siendo el más alto en dicho periodo de su historia, la cual empezó en 1999 tras la fusión de Exxon y Mobil, y que tiene su origen en el trust Standard Oil que fundó John D. Rockefeller en 1870. Este gran resultado duplica el obtenido hace un año gracias a las mejoras estructurales y las medidas para elevar la eficiencia de costes, y también se ha duplicado el beneficio operativo, pese al abaratamiento del crudo. Esto último sí se ha hecho notar en la facturación, que ha bajado un 4,3%, a 78.440 millones. La petrolera estadounidense que tiene como presidente y CEO a Darren Woods continúa inmersa en un plan de ahorro de costes de unos 8.155 millones para finales de este año, de los que ya lleva acumulados 6.524 millones, y continuará con realizando recompras de acciones. A la vista de esto, parece que ExxonMobil ha empezado bien el año, tras duplicar ganancias en 2022, y ha anunciado que no abandonará la exploración de petróleo en Brasil, pero también ha señalado que el nuevo impuesto de la Unión Europea a los beneficios extraordinarios de las petroleras “desalentará la inversión”, en declaraciones a la Agencia EFE, tras su demanda a la UE.
Chevron ha logrado un crecimiento del 5% en su beneficio neto atribuido, hasta los 5.981 millones de euros, y también un incremento de su beneficio operativo. Sin embargo, se han reducido sus ingresos un 6,6%, a 46.211 millones, por la caída de los precios de las materias primas y el descenso del 2,6% en la producción de hidrocarburos, a pesar de los mejores gastos (-8,9%). La petrolera estadounidense (que también tiene su origen en el trust Standard Oil que fundó John D. Rockefeller en 1870) está “invirtiendo más para aumentar las futuras fuentes de energía”, ha destacado su presidente y CEO, Mike Wirth, potenciando la disciplina fiscal y “la fortaleza financiera para aportar energía baja en carbono a nuestros clientes y un mayor reparto de efectivo a nuestros accionistas”. Además, el dividendo trimestral ha aumentado un 6% y hará más recompras de acciones.