Roy Jakobs, CEO de Philips desde el 15 de octubre de 2022, por fin, empieza a ver cómo se endereza el rumbo ligeramente
Philips ha empezado a enderezar el rumbo, pero los inversores aún dudan. Entre enero y septiembre, ha reducido las pérdidas un 66%, a 505 millones de euros, lo que le ha llevado a mejorar las previsiones anuales, aunque la cotización ha descendido un 0,38%, por lo que todavía tiene camino por recorrer porque acumula una depreciación del 12% en los últimos seis meses.
La compañía de tecnología neerlandesa, dedicada a dispositivos médicos, espera que sus ventas anuales crezcan entre un 6% y un 7%, que el margen ebita ajustado sea del 10-11% y se genere un flujo de caja libre de entre 700 y 900 millones. Eso sí, señala que persisten incertidumbres en un entorno geopolítico cada vez más volátil.
En la reducción de pérdidas hasta septiembre ha contribuido el beneficio neto de 88 millones obtenido en el tercer trimestre. Por su parte, las ventas han crecido un 5,7% en los nueve primeros meses, situándose en 13.107 millones (de los que 4.471 millones correspondieron al periodo julio-septiembre), destacando el aumento en el negocio de diagnóstico (+10,1%). Además, ha reducido ligeramente la deuda neta, desde los 7.257 millones al cierre del pasado junio a los 7.007 millones.
Del ajuste de 10.000 empleos (13% de la plantilla) hasta 2025, ya ha recortado unos 7.500
La compañía neerlandesa aún no da por cerrada la crisis de los respiradores que surgió en EEUU hace meses cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos -FDA- avisó de posibles riesgos para la salud y le obligó a repararlos o reemplazarlos. Roy Jakobs, que cumplió un año en el cargo de CEO el pasado 15 de octubre, ha señalado que “completar el retiro del mercado de Philips Respironics sigue siendo nuestra máxima prioridad, con la reparación de los dispositivos de terapia del sueño casi completa y la reparación de los ventiladores en curso”, aunque la FDA se ha mostrado insatisfecha con el estado de dicho retiro.
Por cierto, no olviden que a finales del pasado enero, amplió la cifra de despidos en 6.000 personas (8% de la plantilla), desde los 4.000 que anunció hace un año, llegando así a un total de 10.000 para 2025, lo que representa el 13% de su plantilla. De este ajuste, ya ha recortado unos 7.500 empleos.
