Sede operativa del BBVA (La Vela) en Las Tablas (Madrid) / Foto: Pablo Moreno
La OPA del BBVA sobre el Sabadell puede salir adelante o no pero, hasta ahora, los acontecimientos apuntan a que finalmente no se realizará. Ahora bien, la decisión final, con permiso de la CNMC y de Moncloa, la tendrán los accionistas del Sabadell, principalmente los fondos los que, puestos a elegir, prefieren formar parte de bancos grandes. Ya saben: burro grande, ande o no ande.
Una pista: la cotización de ambos bancos va en paralelo, es decir, el mercado sí apuesta por la OPA.
Ahora bien, rebajar el umbral de aceptación, del 50,01% a algo más del 49%, según cálculos de Reuter, no transmite mucho optimismo que digamos, por parte del banco que preside Carlos Torres. Será un ajuste técnico -excluir la autocartera del Sabadell-, pero lo cierto es que ahora la entidad vasca necesita menos adhesiones del Sabadell para hacer triunfar la operación.
Esto, la misma semana en la que rebajó hasta un 66% el beneficio contable que se apuntaría por absorber el Sabadell. Dicho de otra manera, el fondo de comercio negativo que generaría la fusión con Sabadell no sería de 2.134 millones, sino de 730 millones. Así lo plasmó en el folleto remitido a la SEC norteamericana con motivo de la emisión de Cocos por valor de 1.000 millones de dólares.
Por cierto, hablando de la SEC, el BBVA le aseguró al supervisor que no modificaría el umbral de aceptación de la OPA, como sí ha hecho finalmente. Tendrá que actualizarlo.
Sea como fuere, la pelota sigue en manos de la muy independiente CNMC de Cani Fernández. En Moncloa, por su parte, siguen rechazando la OPA.